En Moncada, el viernes 26 de septiembre de 2025, el concejal socialista Martín Pérez Aranda, pareja de la alcaldesa Amparo Orts, evitó su reprobación en un pleno extraordinario convocado por la oposición. La sesión, centrada en un altercado protagonizado por Pérez durante las fiestas patronales del 7 de septiembre, buscaba retirarle sus competencias como responsable de Seguridad y Fiestas. En el incidente, Pérez realizó un corte de mangas, gestos groseros y se enfrentó a asistentes que, según el PSPV, insultaban al presidente Pedro Sánchez. Las imágenes, ampliamente difundidas, han generado indignación entre vecinos y oposición.
La moción de reprobación, impulsada por PP, Vox y Ciudadanos, no prosperó debido a un empate a diez votos, resuelto por el voto de calidad de Orts. La ausencia de Valentina Cortegoso, concejala de Compromís, fue determinante, ya que los siete ediles del PSPV y tres de Compromís votaron en contra, frente a los seis del PP, tres de Vox y uno de Ciudadanos. Este resultado repitió la dinámica del pleno ordinario del jueves, donde Compromís logró aprobar una censura suave a Pérez, considerada insuficiente por la oposición.
Margarita Benlloch (PP) exigió la dimisión de Pérez, calificando su actitud de «violenta» y afirmando que «las disculpas no borran la ofensa». Jesús Gimeno (Ciudadanos) señaló que sus «excesos de autoridad» dañan la imagen del Ayuntamiento, mientras que Carolina Luis (Vox) lo acusó de «intimidación» y pidió valentía al gobierno municipal. Por su parte, Compromís, a través de Álvaro Gonzalvo, criticó a la oposición por el coste del pleno (6.000 euros) y su afán de protagonismo. Cristina Latorre (PSPV) reiteró las disculpas de Pérez, defendiendo su continuidad.
La investigación de la Guardia Civil sigue en curso, analizando si los actos de Pérez constituyen alteración del orden público. La ciudadanía de Moncada, dividida, exige transparencia, mientras el caso tensiona la política local y pone en cuestión la gestión de las fiestas. Pérez mantiene sus competencias, pero el debate está lejos de cerrarse, con posibles implicaciones para el gobierno municipal de cara a futuras elecciones.
El concejal sale impune y mantiene sus competencias asignadas por su mujer como Jefe de Seguridad y por tanto de la Policía Local de Moncada.