Ya nos acercamos a lo seis meses de la fatídica #DANA, que arrasó o daño de importancia a 70 municipios en la
Comunidad Valenciana, y los vecinos y ciudadanos en general vemos como casi todo sufre retrasos. A estas fechas seguimos con las colas del hambre en algún municipio, el barranco se va limpiando, pero con una lentitud increíble, las ayudas están estancadas por falta de personal, según dicen, para agilizar la burocracia.
Comunidad Valenciana, y los vecinos y ciudadanos en general vemos como casi todo sufre retrasos. A estas fechas seguimos con las colas del hambre en algún municipio, el barranco se va limpiando, pero con una lentitud increíble, las ayudas están estancadas por falta de personal, según dicen, para agilizar la burocracia.
Desde #MésAvantMásAdelante vemos como, además, en lugar de arrimar el hombro, como el pueblo sí ha hecho, los partidos políticos ponen por delante el electoralismo, y solo saben echarse la culpa unos a otros, la izquierda a la derecha y viceversa, como animales carroñeros ponen sus propios intereses por delante de la cooperación con los damnificados.
Las responsabilidades compartidas
Las responsabilidades pensamos en #MésAvantMásAdelante que va desde el nivel municipal, pues sólo dos municipios fueron capaces de activar sus CECOPAL (órganos municipales de coordinación), que el CCE no se constituyó como CECOPI, lo que impidió una gestión estructurada desde el centro autonómico, y que el gobierno central viendo la gravedad y el número de desaparecidos y fallecidos en aquellos momentos se cruzó de brazos.
Unos gobiernos y otros han ignorado a Valencia…y más retrasos
#MésAvantMásAdeñante ve como gobierno tras gobierno han ido aplazando las obras necesarias y nunca realizadas tras la construcción del Plan Sur, que, con un presupuesto inicial de 3.000 millones de pesetas, costaría el doble, fue financiado en una gran parte por el pueblo valenciano, que cuando mandaban una carta debían añadir un sello extra de 25 céntimos de peseta. El pueblo valenciano nunca ha sido el elegido para celebrar ningún acontecimiento notable, como los mundiales de España 82, de la Expo de Sevilla o de los Juegos Olímpicos de Barcelona, a Valencia nunca le ha tocado, y cuando nos ha tocado alguna efeméride nos la hemos pagado solitos.
#MésAvantMásAdelante, nos preguntamos ¿cómo es posible que, en 2021 en Renania, Alemania en unas
inundaciones similares pero menor en escala, sin embargo, la respuesta fue el doble de generosa? Por no hablar de las ayudas al sector agrícola, sanitario, y una cantidad notable de donaciones ciudadanas, canalizadas con eficacia germánica. Donde Alemania marcó más la diferencia fue en el enfoque estructural. La tragedia no solo les hizo gastar dinero, sino pensar en cómo evitar otra. Levantaron diques, diseñaron cuencas de retención, invirtieron en urbanismo resiliente. ¿Y Valencia?… Pues retrasos…
El Informe de Diagnóstico del Plan de Recuperación Económico y Social lo deja claro: las medidas necesarias de protección aún no tienen financiación garantizada.
#MésAvantMásAdelante exige a todos los políticos implicados, Municipales (alcaldes y concejales), autonómicos (Mazón hasta el ultimo Conseller), y como no al Gobierno Central (desde el presidente Sánchez, a todos los ministerios directamente relacionados con la DANA y hasta el último de ellos que pueda poner su granito de arena), solo les exigimos que cumplan con su trabajo, por eso están ahí percibiendo un sueldo nada despreciable en cuantía, que sale de nuestros bolsillos, como sucedió con el Plan Sur. Que se dejen de meter más barro, acusándose como niños en el recreo de quien es más culpable, que crezcan y salven al pueblo.
No al revés que es el pueblo quien se salva así mismo y a ellos, pagando sus inmerecidos sueldos y ya no hablemos, de sus corruptelas, que salpican todos los días la prensa, de titulares vergonzosos.
¿Y ahora qué, esperamos a la próxima riada?
No hay que ser meteorólogo para saber que el cambio climático no va a darnos una tregua. Este tipo de episodios extremos serán cada vez más frecuentes. Y cada vez más costosos. Pero seguimos como si se pudiera salir del paso con subvenciones parciales y promesas a medio plazo. O se reconstruye con visión de futuro, o se condena a la región a repetir la historia bajo el agua. Valencia necesita más que un plan: necesita un compromiso. No solo de Madrid, también de Bruselas. Porque si hablamos de una Unión Europea solidaria, este tipo de desigualdades en la respuesta no pueden seguir. La ciudadanía necesita saber que, si llega otra catástrofe, la respuesta será inmediata, justa y suficiente.