Detenidas por robo de tarjetas a ancianos en ascensores
Un nuevo modus operandi que pone en alerta a las autoridades
La seguridad ciudadana en Valencia vuelve a estar en el punto de mira tras la detención de dos mujeres acusadas de sustraer tarjetas bancarias a personas mayores en el interior de ascensores. Esta nueva forma de actuar ha generado preocupación tanto entre los vecinos como entre las fuerzas de seguridad.
El modus operandi de las delincuentes consistía en identificar a personas mayores vulnerables, generalmente residentes en edificios de varios pisos, para, posteriormente, seguirlas hasta el ascensor. Allí, aprovechando la proximidad y el momento de distracción, cometían el robo de carteras o bolsos que contenían tarjetas bancarias. Con los datos robados, efectuaban extracciones de dinero o compras fraudulentas en cuestión de minutos.
Así operaban las sospechosas: seguimiento y robo selectivo
Los hechos sucedieron en distintas zonas céntricas de Valencia, donde las ahora arrestadas se valían de su capacidad de pasar desapercibidas en lugares frecuentados por personas mayores, como supermercados, farmacias, centros de salud y las propias entradas de fincas residenciales.
El procedimiento paso a paso
- Detección de víctimas: ambas mujeres seleccionaban a personas mayores, preferentemente solas y con signos de fragilidad o distracción.
- Seguimiento hasta el domicilio: esperaban a que la víctima accediera al portal del edificio y se acercaban para subir juntas al ascensor.
- Acción dentro del ascensor: aprovechaban la cercanía para sustraer discretamente la billetera, bolso o cartera.
- Uso inmediato: usaban las tarjetas sustraídas de forma inmediata, antes de que la víctima las pudiera anular, en cajeros cercanos o tiendas.
En algunos casos, incluso se descubrió que las mujeres trataban de obtener el número PIN observando a las víctimas cuando realizaban operaciones en otros establecimientos o durante compras en supermercados.
¿Quiénes son las autoras de estos delitos?
Según fuentes policiales, las detenidas son dos mujeres de 29 y 34 años, sin residencia habitual establecida, procedentes de Europa del Este. Su historial delictivo mostraba antecedentes policiales por hurtos similares en otras regiones de España.
Su experiencia en este tipo de delitos demuestra un elevado conocimiento técnico para el robo silencioso y pocas posibilidades de ser detectadas por la víctima al momento del hecho. Las investigaciones han determinado que se desplazaban de forma itinerante por distintas ciudades para evitar ser identificadas de forma recurrente.
Intervención de la Policía Nacional: claves del operativo
La Policía Nacional de Valencia inició la investigación tras recibir varias denuncias con un patrón común: hurtos sin violencia cometidos por mujeres desconocidas, donde las víctimas señalaban no haber notado el momento exacto de la sustracción.
Fases de la investigación
- Recopilación de denuncias: se analizaron más de 10 denuncias en un corto período.
- Revisión de vídeos de seguridad: los agentes solicitaron y revisaron las grabaciones de circuitos cerrados de televisión en fincas y establecimientos cercanos.
- Identificación y localización: mediante imágenes y testigos, lograron identificar a las presuntas autoras y establecer sus patrones de movimiento.
- Operativo de detención: finalmente, fueron detenidas en un operativo realizado en la vía pública, llevando consigo objetos personales de otras posibles víctimas.
Durante el registro, se les encontró una cantidad considerable de tarjetas bancarias, documentación ajena y pequeñas sumas de dinero en efectivo. Algunos de estos objetos ya han sido devueltos a sus legítimos propietarios.
Consecuencias legales y situación judicial actual
Las detenidas han sido puestas a disposición judicial y se enfrentan a cargos por hurto continuado y fraude bancario. El caso quedó en manos del Juzgado de Instrucción número 6 de Valencia, que ha decretado medidas cautelares mientras continúa la investigación.
Las autoridades no descartan que estén implicadas en otros delitos similares en provincias cercanas, como Castellón o Alicante. De confirmarse, podrían sumarse nuevos cargos a su expediente judicial.
Posibles penas
Los delitos cometidos podrían acarrear penas de entre 1 y 3 años de prisión por cada hurto, y elevadas sanciones económicas por los fraudes bancarios. Además, la reincidencia y el perjuicio económico a personas vulnerables son agravantes que podrían aumentar la condena.
Las víctimas: personas mayores y vulnerables
Una de las mayores preocupaciones de las autoridades es que los afectados son en su mayoría personas mayores, un colectivo que suele ser más vulnerable ante este tipo de delito.
Características comunes de las víctimas
- Personas de entre 70 y 85 años.
- Viven solas o se desplazan sin compañía.
- No siempre recuerdan haber sido víctimas del delito hasta comprobar sus cuentas bancarias.
Las asociaciones de mayores han expresado su preocupación y están trabajando junto a los cuerpos de seguridad para desarrollar campañas de prevención y educación sobre cómo detectar estos delitos e incluso evitarlos.
Recomendaciones para prevenir este tipo de robos
Desde la Policía Nacional y organizaciones de protección al consumidor, se han emitido recomendaciones básicas para no caer en este tipo de hurtos, especialmente dirigidas a personas mayores y su entorno.
Consejos de seguridad personal
- Evitar mostrar el número PIN al pagar con tarjeta.
- No compartir el ascensor con personas desconocidas si se sienten inseguros.
- Llevar el bolso o cartera siempre en un lugar controlado, preferiblemente cerrado y pegado al cuerpo.
- No perder de vista las tarjetas y documentación personal.
- Ante cualquier comportamiento sospechoso, avisar al 091 o acudir al cuartel policial más cercano.
El incremento de este tipo de delitos en entornos urbanos
Las cifras apuntan a un crecimiento de delitos de pequeño alcance pero gran impacto psicológico, especialmente en provincias como Valencia. El entorno urbano, donde los residentes comparten espacios comunes como portales, ascensores o garajes, propicia situaciones de proximidad utilizadas por los delincuentes para actuar con rapidez.
Asimismo, la masificación de tarjetas bancarias como método de pago principal entre mayores ha hecho que este colectivo se convierta en blanco cada vez más habitual de fraudes de este tipo.
Reacción vecinal y llamamientos a la acción
Varias comunidades de vecinos han mostrado su indignación por estos hechos y han empezado a instalar cámaras de seguridad en ascensores y portales. También han solicitado una mayor presencia policial en zonas residenciales con alta población de la tercera edad.
Además, se espera que desde el Ayuntamiento de Valencia se refuercen las campañas de concienciación en centros de día y asociaciones vecinales.
Propuestas ciudadanas
- Charlas informativas en centros de mayores.
- Colocación de carteles informativos en portales y ascensores.
- Mayor vigilancia en accesos a edificios.
Conclusión
El caso de estas dos mujeres detenidas por el robo de tarjetas bancarias en ascensores a personas mayores ha puesto de manifiesto la necesidad de reforzar las medidas de protección en comunidades urbanas.
La Policía Nacional continúa trabajando para erradicar esta modalidad delictiva, que atenta contra la seguridad de nuestros mayores, exigiendo una mayor colaboración ciudadana y conciencia general sobre estos métodos cada vez más sigilosos y eficaces.
Estar informados y alertas, especialmente en espacios cotidianos como los ascensores, es la primera estrategia de defensa contra los cada vez más frecuentes robos silenciosos y fraudes bancarios.