La resolución administrativa reconoce una «incorrecta asistencia» en el seguimiento del parto y en la reacción ante signos claros de sufrimiento fetal. La bebé falleció tres días después de nacer por una asfixia perinatal evitable.
El caso que conmociona a Sagunto y pone el foco sobre los protocolos sanitarios
Una década después del trágico fallecimiento de una recién nacida en el Hospital de Sagunto, la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana ha aprobado indemnizar con 175.000 euros a sus padres, reconociendo así en sede administrativa que existió una asistencia sanitaria inadecuada durante el parto que desencadenó la asfixia perinatal y, posteriormente, la muerte de la bebé.
El desenlace tuvo lugar en febrero de 2013, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha estimado parcialmente la reclamación interpuesta por la familia. El caso ha vuelto a encender el debate sobre la calidad asistencial, la humanización de los partos y la responsabilidad profesional en momentos críticos.
Un parto a término con complicaciones evitables
La mujer ingresó la noche del 17 de febrero de 2013 en urgencias del Hospital de Sagunto tras romper aguas. Según el relato de la familia, la gestación había sido completamente normal y tanto la madre como el feto se encontraban en perfecto estado al llegar al centro.
Las complicaciones llegaron en las primeras horas del 18 de febrero. A pesar de que los monitores comenzaban a reflejar datos preocupantes de sufrimiento fetal a partir de las 5:00 horas, no se tomó ninguna decisión médica decisiva hasta más de tres horas después.
Durante ese intervalo, según la denuncia, la actitud del personal sanitario fue pasiva y carente de la diligencia exigible. Se acusa a la matrona y al ginecólogo responsables de adoptar una posición “expectante”, retrasando la intervención hasta el cambio de turno.
Una cesárea que nunca llegó
“Se evidenciaban signos claros de sufrimiento fetal, sin embargo, no se practicó la cesárea urgente que habría evitado el desenlace fatal”, recoge el informe. Entre las 5:00 y las 8:10 de la mañana, la madre estuvo en fase de empuje, pese a que la situación requería cirugía inmediata. Según se denuncia, hubo una decisión consciente de esperar al relevo médico.
Fue ya con la entrada del nuevo turno, a las 8:00 horas, cuando otra matrona percibió la gravedad del cuadro clínico y dio la voz de alarma. A partir de ese momento, se sucedieron las actuaciones urgentes: se aplicó oxitocina, se realizó una episiotomía, y con ayuda de ventosa nació la bebé a las 8:36 horas.
Pero ya era demasiado tarde. La niña no respondió a estímulos, tuvo que ser entubada y reanimada, y fue trasladada en estado crítico al Hospital La Fe de Valencia, donde falleció tres días después.
El informe de la Conselleria: actuación médica “alejada de los protocolos”
En la resolución, la Conselleria de Sanidad reconoce una atención sanitaria incorrecta y apunta que la actuación del personal sanitario “no se ajustó a la lex artis”. Se estima que la asfixia perinatal grave fue consecuencia directa de no haber actuado frente a los síntomas prolongados de sufrimiento fetal.
La familia reclamaba 200.000 euros, pero la administración ha fijado la compensación en 174.327,05 euros, basándose en informes de responsabilidad patrimonial.
Una tragedia que reabre el debate sobre la atención obstétrica
Este caso ha generado profunda consternación en Sagunto y en toda la Comunitat Valenciana. Aunque la indemnización llega más de una década después, el dolor de los padres sigue intacto. El reconocimiento administrativo puede suponer un paso hacia la justicia, pero también invita a la reflexión sobre los fallos estructurales en la atención al parto.
“Nos rompieron la vida por no hacer lo que debían. Nadie nos devolverá a nuestra hija, pero al menos han reconocido que hubo negligencia”, habría declarado un allegado cercano, según fuentes del entorno familiar.
¿Es suficiente la compensación económica?
La pregunta que muchas voces del ámbito sanitario y legal se hacen ahora es: ¿basta una indemnización para reparar una vida truncada? El reconocimiento del error, aunque tardío, puede contribuir a la prevención de futuras tragedias. Sin embargo, las asociaciones de pacientes insisten en la necesidad de mejorar la vigilancia del cumplimiento de protocolos médicos y reforzar la formación de los profesionales en momentos críticos como un parto con complicaciones.
¿Y tú qué opinas?
¿Crees que la Sanidad debería reforzar los protocolos de parto en los hospitales comarcales como el de Sagunto? ¿Conoces otros casos similares?