La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha lanzado duras críticas al Gobierno central tras conocerse que el Ayuntamiento de la capital del Turia podría quedar excluido de los fondos europeos de la Estrategia de Desarrollo Integrado Local (EDIL), debido a su decisión de optar también a las ayudas específicas destinadas a municipios afectados por la DANA. Catalá califica esta situación como «un chantaje y una discriminación» hacia la ciudad y exige una solución inmediata para evitar que Valencia pierda la oportunidad de financiar proyectos clave en barrios no afectados por la catástrofe.
Por su parte, la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, ha intentado calmar las tensiones asegurando que existe «el compromiso» del Ejecutivo central para resolver este problema y permitir que Valencia pueda acceder tanto a los fondos EDIL como a las partidas específicas de la DANA. Sin embargo, la polémica ha puesto de manifiesto las dificultades administrativas y políticas que rodean la gestión de estos recursos.
Catalá denuncia un «perjuicio importante» para la ciudad
Durante una comparecencia pública tras la Junta Local de Seguridad, Catalá explicó que la orden publicada por el Ministerio de Hacienda prohíbe a los municipios afectados por la DANA presentarse a otras convocatorias de fondos europeos, como los EDIL. Según la alcaldesa, esta decisión «no es una imposición de la Comisión Europea, sino una decisión unilateral del Gobierno de España», lo que considera injusto e insensato.
«Me parece un chantaje y una discriminación», afirmó Catalá, subrayando que gran parte del territorio de Valencia no ha sido afectado por la DANA y, por tanto, debería poder concurrir a los fondos EDIL para proyectos de desarrollo urbano en barrios como Benicalap, Torrefiel, Orriols o Campanar. «No se puede discriminar a los valencianos de estos distritos y dejarlos excluidos de la posibilidad de tener un auditorio, una infraestructura social o cualquier otro proyecto financiado por Europa», añadió.
La regidora lamentó no haber recibido respuesta a la carta enviada a la ministra correspondiente y pidió al Gobierno que «replantee esta situación». Para Catalá, la exclusión de Valencia de los fondos EDIL supone «un perjuicio muy importante» para la ciudad, especialmente teniendo en cuenta que se trata de la tercera capital de España y la más poblada de la provincia. «Es motivo suficiente como para reflexionar», insistió.
Además, Catalá anunció su intención de recurrir a instancias europeas si no se encuentra una solución satisfactoria. «Tenemos muchos proyectos necesarios para la ciudad que dependen de estos fondos europeos, y no podemos permitirnos quedarnos fuera», concluyó.
Bernabé asegura el «compromiso» del Gobierno
Frente a las críticas de Catalá, la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, intentó transmitir un mensaje conciliador. Según Bernabé, el Ejecutivo central está trabajando para resolver la «excepcionalidad» que afecta a Valencia y garantizar que el Ayuntamiento pueda presentarse tanto a los fondos DANA como a los EDIL.
«María José Catalá tiene el compromiso del Gobierno de España de que vamos a trabajar para que esta situación se resuelva lo antes posible», declaró Bernabé. La delegada explicó que estas cuestiones deben negociarse también con la Comisión Europea y aseguró que el Ministerio de Hacienda está haciendo todo lo posible para dar una respuesta «en tiempo y forma».
«No solo entendemos la importancia de los fondos DANA para las pedanías afectadas, sino también la necesidad de que Valencia pueda acceder a los EDIL para desarrollar proyectos en otros barrios», afirmó Bernabé, quien destacó que «esa es la voluntad» del Gobierno.
El dilema de los fondos europeos: ¿DANA o EDIL?
El conflicto surge de la normativa establecida por el Ministerio de Hacienda, que impide a los municipios afectados por la DANA presentarse simultáneamente a otras convocatorias de financiación europea, como los EDIL. Esta medida busca evitar duplicidades en las ayudas, pero ha generado malestar en ciudades como Valencia, donde las necesidades de inversión abarcan tanto áreas devastadas por la DANA como zonas no afectadas que requieren atención prioritaria.
Para Catalá, esta situación no solo perjudica a la ciudad, sino que también refleja una falta de sensibilidad hacia una realidad compleja. «No podemos sacrificar el futuro de barrios enteros porque tres pedanías necesiten ayuda tras la DANA. Ambas cosas son compatibles y necesarias», argumentó.
Un llamamiento a la colaboración institucional
La disputa entre el Ayuntamiento de Valencia y el Gobierno central pone de relieve la importancia de una coordinación efectiva entre administraciones para gestionar fondos europeos de manera justa y equitativa. Mientras Catalá reclama transparencia y flexibilidad, Bernabé promete soluciones, aunque aún no se ha especificado cómo se resolverá este escollo burocrático.
Lo cierto es que el tiempo apremia. Las convocatorias de fondos tienen plazos ajustados, y cualquier retraso podría dejar a Valencia sin acceso a recursos cruciales para su desarrollo urbano y social. En juego están no solo millones de euros, sino también el bienestar de miles de ciudadanos que esperan mejoras tangibles en sus barrios.
Mientras tanto, la alcaldesa mantiene su postura firme: «Valencia merece estar en ambas convocatorias. No vamos a renunciar ni a los fondos DANA ni a los EDIL. Es nuestra obligación defender los intereses de todos los valencianos».
