Guardamar del Segura (Alicante), 4 de agosto de 2025. La Guardia Civil ha resuelto uno de los crímenes más desconcertantes ocurridos en la provincia de Alicante en los últimos años: el asesinato de una mujer de 77 años en su vivienda de Guardamar del Segura en diciembre de 2022. Tres años después, la investigación ha culminado con dos detenciones clave: el hijo de la víctima, de 51 años, como autor material del homicidio, y un amigo suyo, de 35, como coautor.
La mujer fue encontrada sin vida la madrugada del 21 de diciembre de 2022, maniatada con bridas y tendida en el suelo de su domicilio. Desde el inicio, los agentes sospecharon que el escenario del crimen había sido manipulado para simular un robo. Fue precisamente el hijo quien alertó a emergencias, asegurando que varios desconocidos habían irrumpido en la vivienda y matado a su madre.
Sin embargo, la reconstrucción de los hechos y los más de cien indicios recogidos en la escena, entre ellos restos biológicos, objetos manipulados y análisis forenses de las bridas utilizadas, orientaron la investigación hacia una hipótesis distinta: el crimen se habría producido tras una discusión familiar, posiblemente relacionada con motivos personales o económicos.
Operación Jónico22: la clave para resolver el caso
La Operación Jónico22, como la ha denominado la Guardia Civil, culminó con la detención de ambos sospechosos el pasado 7 de julio en Guardamar del Segura. Las pruebas que han llegado recientemente desde el Instituto Nacional de Toxicología en Barcelona han sido determinantes para incriminarles.
El hijo de la víctima ha confesado los hechos durante su declaración ante la Guardia Civil, asistido por su abogado. Según relató, el otro detenido le habría sugerido fingir un robo para desviar la investigación. Las pruebas sitúan a ambos en la escena del crimen en el momento de los hechos.
Prisión para el hijo, medidas cautelares para el coautor
Ambos arrestados fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Torrevieja. El juez decretó el ingreso en prisión provisional del hijo, mientras que el otro implicado quedó en libertad con medidas de vigilancia, a la espera de que se complete el análisis del resto de muestras aún pendientes.
La Guardia Civil ha subrayado la complejidad del caso y el minucioso trabajo de investigación llevado a cabo durante estos tres años, destacando la importancia del análisis forense para resolver crímenes encubiertos como este.
Este caso vuelve a poner en primer plano la crudeza de los delitos cometidos en el entorno familiar, así como la relevancia de una investigación paciente, científica y rigurosa para esclarecer la verdad, por dolorosa que sea