La actuación del SEPRONA en la Gola del Perellonet permitió interceptar 15 ejemplares vivos de anguila europea, especie protegida, capturados ilegalmente en el Parque Natural de la Albufera. Los presuntos autores serán investigados por un delito contra la flora y la fauna.
En plena madrugada del 16 de marzo, a las 03:00 horas, el silencio de la Gola del Perellonet fue roto por una operación de vigilancia del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil. Lo que parecía una tranquila escena de pesca se convirtió rápidamente en una intervención por un delito ambiental. Tres hombres fueron sorprendidos con seis cañas de pescar y 15 ejemplares de anguila europea, una especie protegida cuya captura está estrictamente prohibida en modalidad recreativa.
Un delito ambiental en el corazón de la Albufera
Los hechos ocurrieron en uno de los enclaves más sensibles del Parque Natural de la Albufera de Valencia, una zona de alto valor ecológico y con especial protección para las especies que lo habitan. La Gola del Perellonet, una de las cinco desembocaduras que forman parte de este espacio natural, está sujeta a una concesión exclusiva de pesca profesional gestionada por una Cofradía de Pescadores, lo que convierte cualquier otra práctica pesquera en una actividad ilegal.
Según fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia, los implicados no pudieron acreditar documentación alguna que les habilitara como pescadores profesionales. Por tanto, se procedió a levantar un acta de denuncia y se les citó como presuntos autores de un delito contra la flora y la fauna, según lo establecido en el artículo 334 del Código Penal.
La anguila europea: una especie en riesgo
La anguila europea (Anguilla anguilla) está incluida en el Anexo II del Convenio CITES y en el Anexo B del Reglamento Europeo 338/1997, así como catalogada como vulnerable en el Libro Rojo de los Vertebrados Españoles. Su pesca recreativa está prohibida en toda la Comunidad Valenciana precisamente para frenar su drástica disminución.
En este caso, los 15 ejemplares incautados, todos ellos adultos de más de 25 cm, fueron encontrados vivos en un cubo y un capazo junto a las cañas. Tras su identificación y fotografía, fueron devueltos a su hábitat natural en presencia de los implicados, como establece el protocolo del SEPRONA.
Un producto destinado a un mercado oculto
Todo apunta a que los ejemplares incautados iban a ser destinados al consumo humano, posiblemente en el ámbito de la restauración y sin pasar por controles sanitarios oficiales. La Guardia Civil no descarta que esta actuación forme parte de una red más amplia de pesca ilegal destinada al mercado negro, un sector que mueve importantes beneficios y en el que la anguila es un producto muy cotizado.
Tal como se recoge en el Plan de Operaciones 47/2024 de la Guardia Civil, estos operativos tienen como objetivo frenar no solo la pesca ilegal en sí, sino también el tráfico y la comercialización clandestina de especies protegidas. El plan actúa a nivel integral, vigilando tanto zonas de pesca como los canales de distribución nacional e internacional.
Control y vigilancia para proteger el ecosistema
Desde principios de año, la patrulla del SEPRONA de Sollana ha intensificado las inspecciones en las distintas masas de agua de la Albufera, centrándose especialmente en las zonas donde se ha detectado mayor presión ilegal o irregularidades. Según fuentes oficiales, ya se han llevado a cabo decenas de inspecciones preventivas, con especial hincapié en los puntos con concesiones exclusivas.
Un portavoz del cuerpo destacó la importancia de estas acciones: “No se trata solo de preservar una especie, sino de proteger un ecosistema entero. La pesca ilegal, además de poner en riesgo la biodiversidad, vulnera los derechos de los profesionales del sector que sí cumplen con la normativa.”
¿Qué consecuencias legales podrían afrontar los implicados?
Según el Código Penal español, el delito contra la fauna y la flora por captura de especies protegidas puede conllevar penas de prisión de hasta dos años, multas económicas y, en casos reincidentes, la inhabilitación para ejercer actividades cinegéticas o pesqueras. Además, si se demostrase que existe un lucro económico tras la actividad, las sanciones podrían agravarse.
La Guardia Civil ha anunciado que los tres individuos serán citados en sede judicial en los próximos días, una vez finalicen las diligencias. No se descarta que se investigue si existe una red mayor implicada en la distribución ilegal de esta especie.
La Albufera, un patrimonio que hay que cuidar
El Parque Natural de la Albufera, uno de los espacios naturales más importantes de la Comunidad Valenciana, no solo es hogar de especies vulnerables como la anguila europea, sino también un símbolo del equilibrio entre naturaleza y tradición pesquera. La pesca profesional, regulada y en manos de cofradías, ha convivido durante generaciones con el entorno. Pero la irrupción de prácticas ilegales pone en riesgo tanto al ecosistema como al modelo de economía sostenible del que dependen muchas familias.
¿Cómo afecta esto a los consumidores?
Uno de los riesgos más graves de este tipo de pesca clandestina es que los productos pueden llegar al consumidor final sin pasar por los controles sanitarios pertinentes, lo que supone un riesgo para la salud pública. Además, consumir especies protegidas contribuye indirectamente a su desaparición y a la degradación del medio ambiente.
Educación y concienciación, claves para el futuro
Desde la Guardia Civil se insiste en que, además del trabajo policial, es fundamental concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de respetar las normativas ambientales. Pescar sin licencia o en zonas restringidas no es solo una infracción: puede ser un delito grave con consecuencias ecológicas irreversibles.