Es agosto y la gente está de vacaciones, algunos, porque en Noticias Ciudadanas seguimos informando los 365 días del año, pero en la Generalitat Valenciana y los que llevan las redes, los que se han quedado en Agosto parece no tener muy claras las tradiciones valencianas.
La cuenta asegura que el Ayuntamiento de Paterna ha regalado a la generalitat Valenciana una alfàbega para el Palau de la Generalitat, cuando es Bétera.
Una metedura de pata que sitúa a les Alfàbegues en Paterna y no en Bétera. Tenía tan fácil leler la escueta nota de prensa de la propia generalitat donde asegura que la alcaldesa de Bétera, M. Elia Verdevío le ha entregado una alfàbega de 125 kilos de peso y 2,20 metros de altura.
¿Qué hacer cuando te regalan una cosa y quedas tan mal con el que te la ha regalado siendo de tu propio partido?
Les alfàbegues de Bétera
Les Alfàbegues de Bétera son un elemento central de las Fiestas de Agosto, una celebración tradicional en Bétera, Valencia, que tiene lugar del 12 al 22 de agosto en honor a la Mare de Déu d’Agost (Virgen de la Asunción). Estas fiestas, declaradas de Interés Turístico Autonómico en 2007, destacan por su vinculación con la albahaca, conocida localmente como «alfàbega», que se cultiva en el Hort de les Alfàbegues para alcanzar tamaños monumentales, llegando a superar los 3 metros de altura, como el récord Guinness de 3,24 metros registrado en 2022.
Origen y significado
La tradición de las alfàbegues se remonta al siglo XIII y está vinculada a antiguos rituales mediterráneos de fertilidad, donde la albahaca se ofrecía a los dioses para propiciar buenas cosechas. En Bétera, esta planta ha adquirido un valor cultural y simbólico, representando la identidad del municipio y su conexión con la historia y la tradición. Su cultivo es un arte meticuloso, liderado por el Maestro Alfabeguer, Ramón Asensi, quien lleva más de 25 años perfeccionando el proceso para lograr plantas de gran altura y frondosidad.
Cultivo y preparación
El cultivo comienza en marzo, cuando se siembran las semillas en el Hort de les Alfàbegues, un espacio dedicado exclusivamente a esta tradición. Factores como el clima, el riego controlado y la eliminación de flores a mediados de julio (la “desullà”) son clave para que las plantas crezcan altas y robustas. Las alfàbegues se decoran con cañas cubiertas de cintas y coronadas con flores de papel, lo que les da un aspecto festivo y monumental. En 2024, se sembraron simbólicamente el 10 de junio, marcando el inicio de las fiestas.
La Rodà: el acto principal
El 15 de agosto es el día más importante, cuando se celebra la “Rodà”, una procesión en la que las alfàbegues son llevadas desde el huerto hasta la iglesia de la Purísima Concepción en una ofrenda a la Mare de Déu. Este acto, que dura unas tres horas y recorre un kilómetro, está lleno de música, confeti y pólvora. Las protagonistas son las obreras (dos solteras y dos casadas, en 2024: Alba Aznar, Sonia Amposta, Pilu Ricart y Pepi Morcillo) y los mayorales, quienes, junto a los cossieters (portadores de las plantas), desfilan acompañados por el tabal y la dolçaina. Las obreras solteras visten trajes de fallera, mientras que las casadas lucen como clavariesas con teja y mantilla. Durante el recorrido, las obreras realizan la “rodaeta i el peuet”, un baile tradicional con el sombrillero, que las protege del sol.
Visitas al Hort de les Alfàbegues
Desde julio, el Ayuntamiento de Bétera organiza visitas guiadas gratuitas al huerto los jueves para mostrar el cultivo y la historia de las alfàbegues. Estas visitas, lideradas por Ramón Asensi, atraen a vecinos y turistas, destacando el “aroma de somni” característico de la albahaca. Las inscripciones se realizan a través del correo auxiliar.turismo@betera.es, con aforo limitado a 20 personas por visita.
Importancia cultural
Les Alfàbegues son más que plantas; son un símbolo de la identidad de Bétera, un municipio que combina tradición, devoción y convivencia. Las fiestas atraen a visitantes de toda la Comunidad Valenciana, y el cultivo de estas albahacas, que también se distribuyen a otros municipios, refuerza el orgullo local. La dedicación de las obreras, los mayorales y el Maestro Alfabeguer, junto con el apoyo del Ayuntamiento, asegura que esta tradición perdure y siga asombrando a quienes la descubren.