La Unidad del Dolor del Hospital Clínico Universitario de Valéncia realiza al año más de 8.000 consultas relacionadas con el dolor crónico y registra alrededor de 2.000 técnicas intervencionistas.
Las unidades del dolor se encargan de atender a pacientes con dolor crónico, que es aquel que tiene una duración superior a seis meses. En concreto, la Unidad del Dolor del Hospital Clínico de Valéncia pertenece al servicio de Anestesiología y Reanimación y cuenta con una cartera de servicios que se compone de múltiples técnicas intervencionistas como la estimulación medular, la terapia transcraneal con corriente directa, técnicas con ozono, procedimientos intradiscales, radiofrecuencia y crioablación, entre otras.
Según ha destacado el jefe de sección del servicio de Anestesiología y responsable de la unidad del dolor del Hospital Clínico de Valéncia, Carlos Tornero, en los últimos años se han incorporado las técnicas más modernas de neuromodulación no invasiva como, por ejemplo, la estimulación magnética transcraneal (TMS) y la terapia transcraneal de corriente directa (TDCS). “Ambas técnicas están presentando buenos resultados en pacientes que presentan dolores de diferente origen, principalmente a nivel facial e incluso dolores crónicos generalizados”.
“El dolor no es solo una sensación física, sino una condición que afecta profundamente a la calidad de vida del paciente, con repercusiones en su salud mental y en su capacidad para participar en la vida social y familiar” ha explicado el doctor Tornero, quien ha añadido que en el Día Mundial del Dolor “hay que concienciar de la importancia de la innovación continua en técnicas que permitan el alivio del dolor crónico, ofreciendo a los pacientes más opciones terapéuticas de las ya existentes, y por tanto, una puerta abierta hacia la mejora de la calidad de vida”.
Un abordaje centrado en la calidad de vida
Las unidades del dolor de la Comunitat Valenciana trabajan con pacientes con dolor crónico de origen neuropático, oncológico, postquirúrgico o postraumático, derivados desde otras especialidades médicas.
Cada paciente es evaluado de forma individualizada y, con ello, se determina el mejor tratamiento o técnica indicada para cada caso clínico. “La mayoría de los casos atendidos están relacionados con dolor musculoesquelético, especialmente de origen vertebral (lumbar y cervical). La edad media de los pacientes ronda los 60 años, aunque también se atienden personas jóvenes con dolor crónico. Nuestro reto es recuperar la funcionalidad del paciente y ayudarle a retomar su vida cotidiana”, ha finalizado Tornero.