Valencia refuerza su modelo turístico con más calidad y menos presión: aumentan los viajeros pese al descenso de cruceristas y pisos turísticos
La alcaldesa María José Catalá celebra el repunte de pernoctaciones y viajeros en el primer trimestre del año, pese a la reducción de 1.500 viviendas turísticas y una bajada del 13% en cruceristas
El turismo en Valencia sigue al alza, pero con un nuevo enfoque. Según ha destacado la alcaldesa María José Catalá, la ciudad ha logrado incrementar las cifras de visitantes y pernoctaciones en los primeros meses de 2025 a pesar de registrar un descenso significativo en la llegada de cruceristas y un recorte en la oferta de pisos turísticos.
La alcaldesa defiende que este nuevo escenario confirma que la ciudad avanza hacia un modelo de turismo sostenible, menos masificado y con mayor valor añadido para el entorno urbano y los residentes.
Más visitantes con menos presión turística
Durante el primer trimestre del año, Valencia ha visto crecer el número de viajeros un 4,4% y las pernoctaciones un 7,1% respecto al mismo periodo de 2023. Estos datos consolidan a la ciudad como uno de los destinos más sólidos del panorama nacional y europeo, incluso por encima de ejercicios previos a la pandemia.
Catalá ha resaltado que este crecimiento llega en un contexto donde se ha apostado por restringir el crecimiento indiscriminado del alojamiento turístico y por moderar la presión que ejerce el turismo de cruceros sobre el centro histórico y la Marina.
Reducción de cruceros y pisos turísticos
El número de cruceristas ha bajado un 13% en el primer trimestre de 2025. Una cifra significativa, que según el Ayuntamiento responde a una estrategia planificada para evitar saturaciones puntuales y fomentar estancias más largas y de mayor gasto.
Paralelamente, desde agosto del año pasado, la ciudad ha perdido 1.500 viviendas de uso turístico. Esta caída se produce tras la entrada en vigor de la moratoria que suspendía nuevas licencias y el aumento del control sobre el uso irregular de pisos residenciales con fines turísticos.
Turismo más regulado, barrios más habitables
En línea con esta política, el consistorio ha anunciado nuevas normativas que limitarán las viviendas turísticas al 2% por barrio, con excepciones solo para bloques completos destinados exclusivamente a este uso. La medida busca frenar la presión inmobiliaria en zonas saturadas como Ciutat Vella, El Cabanyal o Ruzafa, y equilibrar la convivencia entre vecinos y visitantes.
Catalá ha defendido que “el crecimiento del turismo debe ir acompañado de sostenibilidad y sentido común” y ha subrayado que la ciudad “no puede permitir que el éxito turístico expulse a los residentes de sus barrios”.
El reto de consolidar un turismo equilibrado
A pesar del descenso en cruceros y pisos turísticos, el incremento de las cifras globales evidencia que el visitante que llega a Valencia lo hace con mayor predisposición a disfrutar de la ciudad a fondo. Las estancias medias han crecido ligeramente y el gasto por visitante también muestra una tendencia positiva.
Desde el sector hotelero valoran positivamente este cambio, aunque insisten en la necesidad de acompañar la estrategia con promoción internacional de calidad, refuerzo de conexiones aéreas y mantenimiento del patrimonio urbano.