Valencia se convertirá en la primera gran ciudad europea capaz de garantizar el suministro de agua potable de forma autosuficiente en situaciones de emergencia. Lo hará gracias al aprovechamiento del acuífero subterráneo que guarda bajo sus pies un volumen de 2.500 hectómetros cúbicos —el equivalente a dos veces el embalse de Alarcón lleno—.
Un plan de 120 millones de euros
El Ayuntamiento ha diseñado un Plan de Infraestructuras Críticas 2026-2031 con una inversión superior a 120 millones de euros. El proyecto contempla:
- Construcción de 4 nuevos pozos municipales.
- Instalación de 4 plantas potabilizadoras dentro de la ciudad para tratar agua freática en caso de urgencia.
- Renovación de 8,6 kilómetros de tuberías arteriales críticas, consideradas auténticas “autopistas del agua”.
- Adquisición de macro-grupos electrógenos de alta generación, fabricados a medida, para mantener activas las potabilizadoras en caso de apagón.
“Debajo de nuestra ciudad hay un acuífero que puede garantizar agua potable si la red principal falla. Nuestro objetivo es que Valencia esté preparada para cualquier emergencia”, explicó la alcaldesa María José Catalá durante el debate del estado de la ciudad.
Lecciones de la DANA y del apagón
La iniciativa surge tras los episodios de vulnerabilidad vividos en los últimos años, como la DANA del 29 de octubre de 2024 y el gran apagón que dejó sin suministro eléctrico a toda España. En ambos casos, Valencia y su área metropolitana estuvieron a punto de quedarse sin agua potable.
Catalá subrayó que con este plan se busca duplicar la capacidad de almacenamiento de agua de 24 a 48 horas, garantizando así el suministro incluso en los peores escenarios.
Una doble red única en Europa
Valencia, junto a París, es la única gran ciudad europea con una doble red: una para agua potable y otra de baja presión destinada a riego y baldeo. La ampliación de esta red permitirá regar el 100% de las zonas verdes con aguas de pozo, liberando agua potable para los hogares.
Una estrategia a largo plazo
“Confiemos en no tener que usar nunca este sistema, pero nuestra obligación es estar preparados. Si después de todo lo que hemos vivido los políticos no hemos aprendido esta lección, es que no hemos aprendido nada”, concluyó Catalá.
El plan se enmarca en la Estrategia Valencia MÁS Segura, que combina la modernización de infraestructuras con la formación ciudadana en cultura de emergencias.