Los vecinos de La Roqueta vuelven a denunciar otra noche más de insomnio debido a los ruidos de los clientes de una conocida discoteca de la calle San Vicente de su barrio. Los vecinos llevan años denunciando las incomodidades de esta discoteca que no les permite conciliar el sueño muchos fines de semana, y al igual que pasa en algunas épocas festivas, la Navidad no podía ser menos.
Anoche abrió la discoteca y los vecinos han compartido varios videos grabados a las cuatro de la madrugada, asegurando que un grupo de «clientes» al salir de la discoteca les han despertado con gritos y denuncian que la han tomado con el mobiliario urbano de la Calle San Vicente, calificándolos los vecinos como «vándalos». Personas jóvenes en evidente estado de embriaguez y sin presencia policial.
Los problemas de los vecinos de La Roqueta
Los problemas se reproducen casi cada fin de semana o período festivo, y van desde antes de la apertura de la polémica discoteca, con grupos de jóvenes que realizan botellón en los alrededores o que incluso ocupan la vía pública esperando la apertura de la discoteca, con sus «fiestas» en plena calle, da igual ocupar la calzada y el peligro para la seguridad vial, incluso algunos aparcan sus vehículos sobre la calzada y los vecinos aseguran lo hacen «con total impunidad», y sin mediar multa alguna por estas infracciones conocidas desde el Ayuntamiento.
Los gritos y fiestas cantando se reproducen durante muchas noches en los exteriores de la conocida discoteca, y a la salida como ha sucedido esta noche los clientes alcoholizados no son conscientes de la hora que es y de su conducta que perjudica a los vecinos.
Por la mañana los vecinos se encuentran patios de edificios con orines en puertas incluso dentro de los patios, vomiteras por las aceras, incluso algún excremento fruto de un apretón, pero en medio de la calle. A parte de restos de botellón y de la fiesta nocturna.
Se ha demostrado que cuando hay un dispositivo policial estas conductas se han aminorado o incluso desaparecido, y desde hace años los vecinos agrupados bajo la Plataforma de Afectados por la Discoteca y Botellón de la Roqueta piden el traslado de la discoteca.
Los vecinos aseguran que el traslado de la Discoteca es la única solución
Así, los vecinos aseguran que el traslado del lugar de ocio es la única solución, porque admiten que no todas las noches puede haber una patrulla permanente policial en las inmediaciones, sabiendo además de la escasez de agentes locales. Aseguran que tampoco quieren que se traslade el problema a otro barrio y vuelven a abrir el debate de que este tipo de establecimientos deban estar alejados de las zonas habitadas.
Un problema que tiene difícil solución debido a que con los votos de Compromís y PSPV hace meses se aprobó la nueva ordenanza que sí permite este tipo de establecimientos en los bajos de viviendas habitadas, a diferencia de la normativa anterior. Una ordenanza realizada bajo la supervisión del concejal Giuseppe Grezzi y que los vecinos rechazan de plano.
Quizá deba de volver a plantearse el traslado de este tipo de centros de ocio de grandes dimensiones a zonas como La Marina o Parque Central, más alejados de los edificios con viviendas.
Un problema parecido en Zaidia y en otros puntos de Valencia
En Zaidia tienen un problema parecido con una conocida discoteca, Deseo54, donde sus alrededores desde hace años se han convertido en un botellódromo y los vecinos piden soluciones al Consistorio Municipal.
Donde han intendado cortar de raíz este problema es el PenyaRoja, ya que los vecinos de la Calle Eduardo Boscá al ver obras en la antigua discoteca de la zona fueron al Consistorio Municipal para impedir su reapertura y están vigilantes para que esto no suceda. dados los inconvenientes que generaba en el barrio.
Los vecinos de Honduras y Cedro de nuevo contra el Ayuntamiento
La mayoría de vecinos opina que ocio sí, pero regulado y sin problemas para los vecinos. Los vecinos de Honduras y cedro ( Ciutat Jardí) ya ganaron sendas denuncian en los Tribunales de Justicia contra el Consistorio Municipal de Ribó y Sandra Gómez, al comprobar que se cumplían los requisitos para declarar ambas zonas como ZAS ( Zona Acústicamente saturadas) que impediría la apertura de nuevos locales y regularía las terrazas de forma más restrictiva.
Los vecinos de Honduras y Ciutat Jardí sufren cada fin de semana problemas de botellón que se extienden por la Avenida de Blasco Ibañez en su jardín central hasta la Isla Perdida y que generan no pocos problemas. El anterior Consistorio les negó ese derecho, pero ahora se encuentran que el actual consistorio de María José Catalá ha recurrido en los tribunales ambas sentencias judiciales, mostrando su rechazo a esta decisión. Ahora los vecinos se encuentran más sólos que nunca y desamparados, aseguranq ue todos los políticos son iguales y les han desamparado totalmente.
¿Deberán los vecinos recurrir siempre a los tribunales contra un Ayuntamiento que tenga el color político que tenga les niega eld erecho al descanso?.
