En Paiporta, un pueblo marcado por la devastación de la DANA, la voz de Marcos y Belén destaca como un símbolo de unión frente a las tensiones políticas y sociales que emergieron tras la tragedia.
La tragedia de la DANA: Paiporta en el ojo del huracán
Impacto de la DANA en Paiporta
La DANA que azotó la Comunidad Valenciana dejó un rastro de destrucción, especialmente en Paiporta, una localidad que se convirtió en el epicentro de la catástrofe. Las intensas lluvias causaron inundaciones, pérdidas materiales y un sentimiento generalizado de desamparo entre los vecinos.
Marcos, un vecino conocido ahora por su icónica frase «No soy ni de izquierdas ni de derechas, soy de Paiporta», resume el impacto psicológico y material de este desastre:
«Hemos perdido mucho, pero lo que más me preocupa es cómo esta tragedia ha sacado a relucir nuestras divisiones».
Un inicio de unidad
En los días posteriores a la tormenta, los vecinos de Paiporta y localidades cercanas trabajaron juntos para limpiar las calles, retirar escombros y reconstruir lo que el agua había destruido. Según Marcos, este esfuerzo conjunto fue un momento único de fraternidad.
«No importaban las diferencias políticas, culturales o sociales. Todos éramos simplemente personas ayudando a personas», recuerda con emoción.
La manifestación: de la unidad a la división
La convocatoria que marcó el cambio
El 30 de noviembre, vecinos de Paiporta y otros municipios afectados organizaron una manifestación para exigir ayuda gubernamental y más recursos. Lo que comenzó como un acto de unidad se transformó rápidamente en un escenario de confrontación.
Belén, compañera de Marcos, relata el momento en que llegaron a Valencia y descubrieron que la manifestación estaba fragmentada en dos grupos.
«Nos dijeron que había un grupo que culpaba solo a un partido y otro que criticaba a todos por igual. Nosotros no estábamos allí por la política, sino por nuestra comunidad».
Marcos: el grito de Paiporta que se volvió viral
En medio del caos, Marcos alzó su voz con un mensaje que pronto se viralizó en redes sociales:
«No soy ni de izquierdas ni de derechas, soy de Paiporta».
Con estas palabras, expresó el sentimiento de muchos vecinos que querían centrarse en la recuperación de su pueblo, dejando de lado las disputas políticas.
«Estábamos allí para pedir soluciones, no para pelearnos entre nosotros. Pero algunos decidieron convertirlo en un enfrentamiento político», lamenta Marcos.
La agresión a Belén y la intervención policial
Una manifestación que se tornó violenta
Belén, quien portaba una bandera de la Comunidad Valenciana, se convirtió en blanco de ataques físicos y verbales. Fue golpeada con una bandera, insultada y tirada del pelo.
«Fue aterrador. Nunca pensé que algo así podría pasar entre vecinos que supuestamente compartían el mismo objetivo», relata.
El papel de la policía
La intervención policial fue clave para evitar que la situación se descontrolara aún más. Aunque algunos interpretaron su actuación como una represión, Marcos aclara que los agentes actuaron para protegerlos.
«No nos estaban arrestando. Nos alejaron para calmarnos y evitar que la violencia fuera a más», explica.
Reflexión tras la DANA: ¿Un pueblo dividido o unido?
El impacto emocional y social
Además de los daños materiales, la DANA dejó una profunda herida emocional en los habitantes de Paiporta. Nacho, un periodista local, describe el homenaje a las víctimas como un momento desgarrador.
«El silencio era abrumador. Había una sensación de agotamiento y desesperación. La gente no sabe qué más hacer», comenta Nacho.
El mensaje de Marcos y Belén
A pesar de las agresiones y la tensión vivida, Marcos y Belén insisten en que su objetivo es fomentar la unidad.
«No queremos más divisiones. Necesitamos seguir trabajando juntos, como lo hicimos los primeros días tras la tormenta», señala Marcos.
Conclusión: ¿Qué lecciones deja Paiporta?
La historia de Marcos y Belén refleja el impacto de las tragedias en una comunidad y cómo estas pueden tanto unir como dividir. Su mensaje es claro: es necesario priorizar las necesidades comunes por encima de las diferencias ideológicas.
¿Es posible superar las divisiones políticas para construir una comunidad más fuerte? ¿Qué podemos aprender de Paiporta y su lucha por la reconstrucción?