La presidenta de la Comisión Europea se compromete a visitar la zona cero y a garantizar un uso transparente de los fondos europeos, mientras las víctimas denuncian abandono institucional en la Comunidad Valenciana
Bruselas se ha convertido en el escenario donde las voces de las víctimas de la DANA que asoló Valencia el pasado 29 de octubre han encontrado eco. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se reunió este martes con representantes de tres asociaciones de damnificados, comprometiéndose a visitar las zonas afectadas y a supervisar el uso de los fondos europeos destinados a la reconstrucción.
Un encuentro cargado de empatía y compromisos
La reunión, que se extendió por más de hora y media, superó las expectativas de los asistentes. Rosa Álvarez, presidenta de la Asociación Víctimas Mortales DANA 29-0, expresó: “Entramos asustados porque decían que era bastante fría, pero todo lo contrario. Ha sido muy empática y cercana. Ha escuchado todo lo que teníamos que decir”.
Von der Leyen agradeció a las víctimas por compartir sus historias y destacó la solidaridad de la Unión Europea: “La UE se muestra solidaria, apoyando la recuperación hoy y la resiliencia para el mañana. Esta tragedia debe guiar nuestros preparativos para el futuro”.
Supervisión de fondos y revisión del sistema de emergencias
Durante el encuentro, las asociaciones solicitaron un seguimiento exhaustivo del uso de los fondos europeos para evitar que se destinen a políticas que nieguen el cambio climático. Von der Leyen se comprometió a supervisar estos fondos y a revisar el sistema de emergencias de la UE, reconociendo que tras las inundaciones de Valencia se confirmaron fallos en todos los sistemas, incluido el europeo.
Además, la Comisión Europea ha concedido a España un anticipo de 100 millones de euros del Fondo de Solidaridad de la UE para cubrir los gastos derivados de los daños causados por la DANA. Este dinero podrá utilizarse para restaurar infraestructuras esenciales como los sistemas de energía, agua, sanidad, educación o telecomunicaciones.
Críticas a la gestión institucional en la Comunidad Valenciana
Las asociaciones denunciaron el “maltrato institucional” recibido por parte de la Generalitat Valenciana. Rosa Álvarez señaló que “la gente ha perdido la fe en los políticos, y eso es muy peligroso”. La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, también presente en Bruselas, se comprometió a contactar con el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, para instarle a interesarse por la situación de las víctimas.
Las víctimas lamentan que, mientras en Bruselas han sido escuchadas, en su propia comunidad han sido ignoradas. “Nos hemos sentido escuchados”, afirmaron tras la reunión.
Una visita pendiente a la zona cero
Von der Leyen se comprometió a visitar la zona cero en Valencia una vez se liberen los fondos solicitados por el Gobierno de España. Las asociaciones esperan que esta visita ayude a visibilizar la situación y a presionar para que se agilicen los procesos de ayuda y reconstrucción.
¿Un punto de inflexión en la respuesta europea?
El caso de la DANA en Valencia podría marcar un antes y un después en la forma en que la UE reacciona ante desastres naturales. La presidenta de la Comisión subrayó la necesidad de mejorar los sistemas de alerta, los protocolos de actuación y, sobre todo, la coordinación entre los distintos niveles de gobierno.
En un contexto de cambio climático y fenómenos meteorológicos cada vez más extremos, esta tragedia se presenta como una oportunidad para replantear la resiliencia de las infraestructuras y la capacidad de respuesta de las instituciones.
¿Y ahora qué?
Las asociaciones esperan que los compromisos adquiridos en Bruselas no queden en palabras. Reclaman una mayor implicación de las autoridades autonómicas y nacionales, y recuerdan que detrás de cada reclamación hay personas que lo han perdido todo.
“Las ayudas llegan tarde y mal. Algunos vecinos todavía no han podido volver a sus casas, y los seguros no cubren ni una décima parte de los daños”, explicaba un residente de Alzira afectado por la riada.
El eco europeo ha sido fuerte, pero la verdadera reconstrucción empieza en casa. ¿Responderán las instituciones valencianas con la misma sensibilidad demostrada en Bruselas?