El síndic de Vox, José María Llanos, declara su intención de «estrangular hasta la desaparición» a la AVL, en medio de recortes presupuestarios que amenazan su operatividad
Una institución en el punto de mira
La Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), órgano estatutario encargado de la normativa lingüística del valenciano, se encuentra en el centro de una controversia política tras las recientes declaraciones del síndic de Vox, José María Llanos. En el marco de los debates presupuestarios en Les Corts, Llanos expresó abiertamente su deseo de «estrangular hasta la desaparición» a la AVL, calificándola como un «caballo de Troya» que impone una lengua ajena a la identidad valenciana.
Estas declaraciones se producen en un contexto de recortes presupuestarios significativos a la AVL, impulsados por enmiendas conjuntas de Vox y el Partido Popular (PP) en los presupuestos de la Generalitat Valenciana para 2025. La combinación de estas acciones ha generado preocupación en diversos sectores de la sociedad valenciana, que ven en ellas un ataque directo a la cultura y lengua propias de la región.
Recortes presupuestarios sin precedentes
Los presupuestos de 2025 contemplan una reducción de más de 1,75 millones de euros en la financiación de la AVL, lo que representa casi la mitad de su presupuesto total de 3,9 millones en 2024. Este recorte se ha estructurado en dos fases: una disminución inicial de 997.000 euros y una posterior enmienda que añade un recorte adicional de 759.000 euros.
Estos fondos se han redirigido a otras iniciativas, como la financiación de jornadas sobre el Reino de Valencia en varios municipios y la rehabilitación de la sede de Lo Rat Penat, una entidad que promueve una normativa lingüística alternativa a la de la AVL y que se opone a la unidad lingüística del valenciano con el catalán. Además, se han recortado partidas destinadas a programas de promoción del valenciano, actividades culturales universitarias y apoyo al teatro no profesional en valenciano.
Reacciones y consecuencias
Las acciones de Vox y el PP han generado una ola de críticas por parte de la oposición y de diversos sectores de la sociedad valenciana. Desde Compromís y el PSPV-PSOE se ha denunciado que estos recortes suponen un ataque frontal a una institución clave para la cultura y lengua valencianas. Además, se ha señalado que la AVL es un órgano estatutario cuya autonomía está protegida por ley, y que los recortes podrían vulnerar esta protección.
La presidenta de la AVL, Verònica Cantó, ha advertido que los recortes podrían dejar a la institución sin capacidad operativa, limitándola a cubrir únicamente el gasto de personal. Asimismo, ha señalado que algunas de las enmiendas propuestas podrían ser ilegales, al afectar la autonomía financiera de la AVL y contravenir su ley de creación.
Un debate que trasciende lo presupuestario
Más allá de las cifras, este conflicto pone de manifiesto una confrontación ideológica sobre la identidad lingüística y cultural de la Comunitat Valenciana. Vox sostiene que la AVL promueve una normativa influenciada por el Institut d’Estudis Catalans, lo que consideran una cesión de la «soberanía lingüística» valenciana. En este sentido, defienden la reasignación de fondos hacia entidades como Lo Rat Penat y la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV), que, según Vox, defienden la «verdadera» lengua valenciana.
Por su parte, los defensores de la AVL argumentan que la institución ha sido fundamental para pacificar el conflicto lingüístico en la región y promover el uso del valenciano en diversos ámbitos. Consideran que los recortes y las declaraciones de Vox representan un intento de desmantelar los avances logrados en las últimas décadas en materia de normalización lingüística.
Conclusión: una encrucijada para la cultura valenciana
La situación actual plantea una encrucijada para la cultura y lengua valencianas. Las decisiones que se tomen en los próximos meses serán determinantes para el futuro de la AVL y, por extensión, para la preservación y promoción