Paiporta, uno de los municipios más afectados por la DANA, lucha por recuperarse tras 40 días de trabajos intensos. A pesar de los avances, la situación sigue siendo angustiosa para los vecinos, que enfrentan el reto de volver a la normalidad en un entorno aún marcado por el desastre.
El impacto de la DANA en Paiporta
Han pasado 40 días desde que la DANA golpeó Paiporta con una fuerza devastadora, dejando tras de sí calles anegadas, infraestructuras destruidas y toneladas de lodo y escombros que invadieron hogares y espacios públicos. De los 38 kilómetros del colector de aguas de Paiporta, 36 quedaron inutilizados, lo que representa más del 90% de su red de drenaje.

Este nivel de afectación ha hecho que Paiporta se convierta en uno de los epicentros de la emergencia en la comarca de l’Horta Sud. A pesar de los esfuerzos realizados, muchos vecinos siguen enfrentando una realidad difícil: lodos acumulados en garajes y sótanos, calles todavía intransitables en algunas zonas y un olor persistente que recuerda cada día la magnitud de lo ocurrido.















Más de 90.000 toneladas de residuos eliminados
Según datos de la Generalitat Valenciana, se han retirado más de 90.000 toneladas de enseres y residuos voluminosos de los municipios afectados, con Paiporta entre las localidades más perjudicadas. Sin embargo, esta cifra, aunque impresionante, no refleja plenamente la magnitud del problema en la zona.
El lodo sigue siendo uno de los principales desafíos. No se trata solo del barro acumulado en las calles, sino también del que ha quedado atrapado en garajes, sótanos y alcantarillas. Este lodo, que supone un riesgo tanto para la salud pública como para la seguridad estructural de los edificios, ha requerido la intervención de equipos especializados contratados por la Generalitat.
La situación sigue siendo angustiosa para los vecinos
A pesar de los avances logrados, la situación en Paiporta dista mucho de ser normal. Los vecinos viven en un entorno que todavía no ha superado del todo las consecuencias de la DANA. Los olores, los restos de escombros y el trabajo constante de maquinaria pesada son recordatorios diarios de lo sucedido.
«Seguimos con problemas en los garajes y los ascensores; algunos aún no se pueden usar porque están llenos de barro», comenta un vecino afectado. «Parece que nunca terminaremos de limpiar todo esto».
El polígono L’Estació, la calle Aldaia, el Mercado Plaza Cervantes y la calle Manises son solo algunos de los lugares donde los trabajos de limpieza avanzan con dificultad. Para muchos habitantes, la espera de soluciones definitivas y la incertidumbre sobre cuánto tiempo más llevará esta situación aumentan la angustia.
Los retos en las infraestructuras
El daño al colector de l’Horta Sud sigue siendo uno de los problemas más graves. Según la consellera de Servicios Sociales y portavoz de la Generalitat, Susana Camarero, 302 kilómetros de los 591 que componen esta red quedaron inutilizados tras la DANA. En Paiporta, donde 36 de los 38 kilómetros del sistema resultaron afectados, los trabajos de reparación han sido particularmente arduos.
El programa «Lodo Cero», implementado para limpiar las alcantarillas y garantizar que el sistema vuelva a funcionar, ha mostrado avances, pero todavía queda mucho por hacer. Camarero ha subrayado que el trabajo es «muy manual, quirúrgico y lento», algo que desespera a los vecinos, quienes siguen enfrentando problemas como desagües bloqueados y malos olores en sus calles.
Un antes y un después
Un vídeo reciente publicado por el Ministerio de Defensa muestra el contraste entre el antes y el ahora de los puntos más afectados de Paiporta. Imágenes de lugares como la calle Aldaia, completamente cubierta de barro y escombros tras la DANA, evidencian los avances en la limpieza. Sin embargo, estas escenas no son suficientes para tranquilizar a los vecinos que aún enfrentan las consecuencias del desastre en su día a día.
Un camino largo hacia la normalidad
Los avances en Paiporta han sido significativos, pero el camino hacia la recuperación total sigue siendo largo. Mientras las administraciones trabajan para reparar colectores y limpiar lodos, los vecinos se enfrentan a la incertidumbre de no saber cuánto tiempo más deberán esperar para que sus vidas vuelvan a la normalidad.
Reflexión final
Paiporta sigue siendo un ejemplo de la devastación que la DANA puede causar en un municipio. Aunque las administraciones han desplegado recursos y esfuerzos significativos, los vecinos continúan viviendo en condiciones que, a día de hoy, siguen siendo angustiantes.
¿Será suficiente el esfuerzo actual para evitar que algo así vuelva a ocurrir? ¿Qué medidas deben tomarse para proteger a localidades como Paiporta de futuras catástrofes? La recuperación es lenta, pero también es una oportunidad para reflexionar sobre cómo preparar mejor nuestras infraestructuras y comunidades para los desafíos del cambio climático