La alcaldesa de Valencia lidera un frente común junto a los regantes para reclamar que los costes por las obras en el Xúquer-Túria y el Camp de Túria sean asumidos por el Estado
Valencia se planta. La alcaldesa María José Catalá ha dejado claro que ni los vecinos ni los agricultores de Valencia y su área metropolitana deben cargar con los 45 millones de euros que se prevén para reparar los daños provocados por la DANA en dos infraestructuras clave: el Canal Xúquer-Túria y el Canal principal del Camp de Túria.
Lo ha hecho en el marco del II Congreso Internacional del Tribunal de les Aigües, un foro cargado de simbolismo para los regantes valencianos. Desde el Palau de l’Exposició, Catalá ha alzado la voz en defensa de un principio que considera innegociable: la justicia hídrica.
Una factura millonaria que no quieren pagar los ciudadanos
Los datos son contundentes. Según se ha comunicado desde el Ayuntamiento, los daños se cuantifican en 30 millones de euros para el Canal Xúquer-Túria y en 15 millones más para el Camp de Túria. Dos infraestructuras esenciales no solo para el riego agrícola, sino también para el suministro de agua potable a gran parte de la población metropolitana.
“El gobierno debe estar a la altura porque no vamos a consentir esta injusticia”, afirmó Catalá con firmeza. La alcaldesa ya ha remitido una carta formal a la Confederación Hidrográfica del Xúquer (CHJ) exigiendo que se excluya del reparto de costes a las comunidades de regantes y a los abonados de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (EMSHI), principales afectados por esta medida.
Un frente común: Ayuntamiento y regantes, unidos
En esta batalla no está sola. A su lado, las comunidades de regantes han respaldado la petición municipal y han exigido soluciones inmediatas. “Nos piden que paguemos por una catástrofe natural. No es justo ni lógico”, comentó uno de los portavoces de los regantes de l’Horta Sud.
La reacción en la calle también ha sido clara. “¿Y encima quieren que lo paguemos nosotros? ¡Ya está bien!”, decía con indignación Rosa Montoro, vecina de Torrent, al enterarse de la posibilidad de que el coste se traslade a los recibos de agua.
El recuerdo de la DANA sigue muy vivo
La DANA de octubre de 2024 no solo dejó infraestructuras destrozadas. También marcó emocionalmente a muchos valencianos. Calles inundadas, campos arrasados y zonas incomunicadas durante horas. Muchos recuerdan aún cómo la solidaridad vecinal fue clave en los peores momentos.
“Fue una pesadilla. Ver a la gente ayudando con sus tractores, arrastrando barro con palas, sacando a vecinos de sus casas… no lo olvidaremos nunca”, relataba emocionado un agricultor de Benaguasil presente en el congreso.
El Tribunal de les Aigües: símbolo de unidad y compromiso
Catalá aprovechó la ocasión para rendir homenaje al papel del Tribunal de les Aigües, destacando sus valores de “diálogo, trabajo, honestidad y solidaridad”. Unos valores que, según la alcaldesa, deberían inspirar también a las instituciones estatales en momentos como este.
“Hoy más que nunca necesitamos soluciones, no excusas. El Tribunal representa la palabra como herramienta de justicia. Y eso es lo que exigimos ahora: justicia para quienes sufrieron la DANA y no pueden pagar sus consecuencias”, afirmó.
L’Albufera y la defensa del territorio
En su intervención, la alcaldesa también tuvo palabras para el humedal más emblemático de la Comunitat: l’Albufera. Explicó que, aunque también fue golpeado por la DANA, sus ecosistemas ayudaron a amortiguar los efectos de las lluvias en núcleos urbanos cercanos.
“L’Albufera no solo es un tesoro natural, es un escudo para nuestros pueblos. Recuperarla es una cuestión de seguridad, no solo de ecología”, sentenció Catalá.
Inversiones para un futuro más seguro
Además de exigir responsabilidades al Gobierno, la alcaldesa ha anunciado inversiones municipales estratégicas. Destaca la mejora en la planta potabilizadora de La Presa, en Manises, con una inyección de más de 6 millones de euros para incrementar un 40% la captación de agua del Turia.
“No podemos esperar a que vuelva otra catástrofe. Necesitamos un nuevo Plan Sur. Necesitamos infraestructuras que protejan a los valencianos y garanticen servicios básicos como el agua”, subrayó.
Conclusión: respeto y compromiso
La polémica sobre quién debe pagar los desperfectos tras la DANA está servida, pero lo que no admite discusión es la necesidad de una respuesta coordinada, justa y sensible. Valencia ha hablado con claridad, y sus instituciones han dado un paso al frente.
“¿Tú también crees que deberían ser las administraciones y no los ciudadanos quienes asuman este coste? Cuéntanos tu opinión.”