El president de la Generalitat, Carlos Mazón, asegura mantener un contacto constante con las víctimas de la DANA del 29 de octubre, aunque buena parte de los afectados dice no haber recibido atención directa ni institucional.
El relato oficial frente a la percepción ciudadana
Carlos Mazón ha vuelto a insistir este jueves en que las reuniones con las víctimas de la DANA que devastó la provincia de Valencia a finales de octubre están siendo “permanentes” y “muchas de ellas discretas”. El president ha subrayado que tanto él como varios miembros de su Consell han mantenido encuentros continuos desde entonces, en un tono que buscaba transmitir cercanía y responsabilidad.
Sin embargo, el relato oficial no termina de convencer a muchas de las asociaciones de afectados, ni a la opinión pública. La falta de transparencia en estas supuestas reuniones ha despertado críticas tanto por parte de colectivos ciudadanos como desde el ámbito político. La pregunta flota en el aire: ¿quiénes han sido atendidos, cuándo y cómo?
Víctimas que se sienten ignoradas
Desde barrios como La Torre, Benimàmet o Castellar-l’Oliveral, donde las consecuencias del temporal aún se notan en calles, viviendas y comercios, numerosos vecinos afirman no haber recibido ni una sola visita institucional. María Soler, comerciante en el barrio de Malilla, lo dice sin rodeos: “Aquí no ha venido nadie. Ni Mazón ni nadie del Consell. Seguimos esperando que alguien nos escuche de verdad”.
En zonas como Torrent o Alfafar, la situación se repite. Aunque algunos técnicos municipales han hecho visitas para evaluar daños, muchas familias se sienten desamparadas. Especialmente aquellas que han perdido seres queridos o que siguen en trámites para recibir ayudas que no terminan de llegar.
El término “discretas”, en el centro de la polémica
La insistencia en la discreción de las reuniones ha levantado aún más suspicacias. Para algunas asociaciones de víctimas, se trata de una forma de evitar la rendición de cuentas pública. “No queremos fotos ni propaganda, pero sí claridad. ¿Por qué no se nos informa de estos encuentros? ¿Quién decide a quién se atiende?”, se preguntan desde un colectivo de damnificados de l’Horta Sud.
La realidad es que el Gobierno valenciano ha optado por una estrategia de bajo perfil en sus contactos con las víctimas, lo que ha provocado que muchos valencianos sientan que se está tratando de silenciar una tragedia que aún duele y que exige respuestas concretas.
Sánchez toma la delantera en el acercamiento
En un movimiento interpretado como un gesto político pero también humanitario, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado su presencia en Valencia para reunirse con tres de las principales asociaciones de víctimas. A diferencia del Consell, este encuentro ha sido comunicado con antelación y contará con representación de los colectivos que llevan meses reclamando visibilidad y acción.
Estas asociaciones llevarán una propuesta clara: que se reconozca oficialmente a todas las víctimas, se agilicen las ayudas y se revisen los protocolos de emergencia. Además, pedirán una reconstrucción que tenga en cuenta la adaptación al cambio climático, para que una tragedia como esta no vuelva a repetirse.
Mazón bajo presión: críticas, exigencias y una dimisión solicitada
La gestión de Carlos Mazón en la crisis de la DANA está bajo una presión creciente. En Les Corts, tanto la oposición como diversas plataformas sociales han pedido explicaciones por su actuación el día del temporal. Algunos incluso reclaman su dimisión, argumentando que no ha sabido estar a la altura de la tragedia.
“Llega 228 muertos tarde”, dijo una portavoz de un colectivo de familiares en una reciente concentración frente al Palau de la Generalitat. Aunque las cifras oficiales han sido debatidas, el dolor de muchas familias sigue muy presente y los gestos institucionales no bastan.
¿Y ahora qué?
Mientras el Consell defiende su gestión como “constante y comprometida”, crece el número de voces que piden transparencia, implicación real y, sobre todo, una atención digna a quienes lo han perdido todo. La sociedad valenciana, herida pero combativa, exige hechos y no declaraciones.
Hay quienes apuntan que la reunión de Pedro Sánchez puede marcar un antes y un después. Otros temen que se trate de un gesto simbólico más, sin consecuencias reales. Pero en la calle, en los barrios, la sensación es clara: las víctimas quieren ser escuchadas de verdad.