La ministra de Juventud e Infancia apela al diálogo y al entendimiento político ante las tensiones entre Compromís y Sumar por la comisión de la DANA
Llamada al entendimiento en un momento crítico
La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, ha querido lanzar un mensaje de unidad y confianza ante la incertidumbre que vive Compromís respecto a su permanencia en el grupo parlamentario de Sumar en el Congreso. “Siempre nos entendemos”, ha afirmado con serenidad, convencida de que aún existe margen para el diálogo y la colaboración.
Rego, vinculada históricamente a la izquierda valenciana y conocedora de las dinámicas internas de la confluencia progresista, se muestra optimista frente a una posible ruptura que, según ella, “no conviene a ninguna de las partes, ni tampoco a la ciudadanía que representamos”.
Una relación de altibajos, pero con puentes abiertos
Compromís, y en particular su corriente mayoritaria, Més, ha mostrado en los últimos días su descontento con la estrategia de Sumar en la comisión parlamentaria que investiga la gestión del temporal DANA del 29 de octubre. La falta de impulso a la comparecencia del presidente Pedro Sánchez ha sido el detonante de un malestar acumulado.
Frente a eso, Sira Rego defiende que existen canales suficientes para resolver las diferencias. “Hay mucho que compartir, mucho trabajo conjunto aún por hacer. Nos une más de lo que nos separa”, afirmó, en declaraciones que buscan bajar la tensión y reenfocar la colaboración sobre los objetivos comunes: ecología, justicia social, feminismo y derechos de la infancia.
¿Qué está en juego?
La posible salida de Compromís del grupo de Sumar no es solo una cuestión simbólica. Implicaría una reorganización del espacio progresista en el Congreso y una posible pérdida de influencia parlamentaria para la izquierda valenciana. También reabriría el debate sobre la relación entre partidos de ámbito autonómico y plataformas de ámbito estatal.
Rego insiste en que lo importante es mantener la alianza sin imposiciones: “El diálogo respetuoso y constructivo es el único camino”. Añade que todas las partes tienen derecho a expresar sus desacuerdos, pero también la obligación de pensar en quienes les votaron para cambiar las cosas desde dentro.
Compromís, dividido internamente
Dentro de Compromís, la situación no es homogénea. Mientras Més apuesta por salir del grupo parlamentario y recuperar autonomía política, Iniciativa —a la que pertenece el diputado Alberto Ibáñez— defiende continuar en Sumar y fortalecer las alianzas estatales.
La diputada Águeda Micó, militante de Més, ha sido una de las voces más críticas en los últimos días. Pero otras figuras han abogado por mantener la unidad y resolver las diferencias sin dramatismos. “Compromís no puede permitirse volver a aislarse”, ha expresado un dirigente local de la coalición.
La DANA, el punto de fricción
La investigación sobre la DANA del 29-O es el telón de fondo de esta crisis. Mientras Compromís reclama más contundencia en las comparecencias, Sumar apuesta por una estrategia de avance progresivo en los trabajos parlamentarios. La diferencia de ritmo y enfoque ha tensado la convivencia, pero no parece insalvable.
Rego, al respecto, ha subrayado que “la prioridad debe ser el pueblo valenciano, las víctimas y los municipios afectados. Todo lo demás, debe subordinarse a esa causa”.
¿Qué puede pasar ahora?
En los próximos días, se esperan reuniones clave entre las direcciones de los partidos implicados. Desde la Generalitat Valenciana también se observa con preocupación esta posible fractura, que podría debilitar la interlocución en Madrid en asuntos prioritarios como la financiación, el agua o el transporte.
Sira Rego, por su parte, continuará siendo una figura puente. Su perfil dialogante, su origen valenciano y su cercanía con diferentes sectores del ecosistema político progresista la sitúan como una de las piezas clave para evitar la ruptura.
Conclusión: diálogo, el camino inevitable
La intervención de Sira Rego busca ser un bálsamo en medio de un clima tenso. Su mensaje es claro: hay diferencias, sí, pero también hay afectos políticos, historia compartida y voluntad de seguir construyendo un espacio amplio y útil para la ciudadanía.
Valencia necesita una izquierda fuerte, dialogante y con vocación de gobierno. ¿Será posible recomponer los puentes? ¿Se impondrá el pragmatismo político frente a las tentaciones del repliegue identitario?