Este lunes, la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora acogió la clausura de las fiestas en honor a la Mare de Déu del Pòpul, que este año han tenido un carácter muy especial al coincidir con el 25 aniversario del retorno de la imagen a la ciudad.
La jornada final estuvo marcada por una Misa solemne y la procesión de la Virgen por las calles del centro histórico, en la que participaron todos los sacerdotes de Torrent y del arciprestazgo Mare de Déu del Pòpul, acompañando a la imagen mariana. La alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado Tonda, junto a miembros del equipo de gobierno y de la corporación municipal, se sumaron a los actos para mostrar su apoyo a la Cofradía de la Mare de Déu del Pòpul, presidida por Fernando Mora.
Durante la semana previa, la réplica de la imagen del siglo XIV recorrió todas las parroquias de la ciudad, acercando la devoción a cada rincón de Torrent y reforzando los lazos de fe y comunidad entre los vecinos.
Una advocación con raíces históricas
La devoción a la Mare de Déu del Pòpul se remonta a la Edad Media y, desde su retorno en 2000, ha experimentado un crecimiento constante, convirtiéndose en símbolo de identidad religiosa y cultural para numerosas familias torrentinas. Estas fiestas anuales son, además de un ejercicio de fervor religioso, una oportunidad para fortalecer los lazos de la comunidad.
Con motivo del 25 aniversario, en el mes de junio la Cofradía inauguró una exposición fotográfica retrospectiva, instalada en los salones parroquiales, que recorre las dos décadas y media de celebraciones en honor a la Virgen. La muestra reunió imágenes inéditas de procesiones, encuentros y momentos significativos vividos por los devotos, así como material gráfico relacionado con el actual Arciprestazgo Mare de Déu del Pòpul, que lleva el nombre de la Virgen en reconocimiento a su papel aglutinador en la vida pastoral de la ciudad.
Un año conmemorativo
La exposición forma parte de un programa más amplio de actos conmemorativos que se desarrollarán a lo largo de este año en honor a la Virgen del Pòpul, consolidando su papel central en la vida religiosa y cultural de Torrent.
Con esta clausura, Torrent no solo cierra una semana de celebraciones, sino que reafirma la vigencia y el arraigo de la devoción a la Mare de Déu del Pòpul, que continúa inspirando a generaciones y uniendo a la ciudad en torno a esta imagen medieval de la Virgen.
