Sánchez admite haber recibido dinero en efectivo del PSOE “siempre contra factura” y niega irregularidades
30 de octubre de 2025 | Redacción
Madrid. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reconocido este jueves ante la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado que “en alguna ocasión” recibió pagos en efectivo del PSOE en su condición de secretario general, pero ha precisado que “siempre fueron contra factura” y que “en ningún caso superaron los mil euros”.
Durante una comparecencia tensa, seguida por más de 270 periodistas nacionales e internacionales, Sánchez aseguró que esos cobros correspondían a reembolsos de gastos de desplazamientos o manutención adelantados por él mismo, y defendió la “absoluta legalidad” de las operaciones. “Son liquidaciones de gastos trazables y justificadas documentalmente”, afirmó el jefe del Ejecutivo, que insistió en que “en el PSOE no existen sobresueldos”.
El presidente reivindica la legalidad de las cuentas del PSOE
La senadora de UPN Mar Caballero abrió el interrogatorio preguntando directamente si había recibido “sobres” o pagos en metálico de su partido. Sánchez respondió que el PSOE tiene una financiación “absolutamente regular y legal”, auditada y avalada por el Tribunal de Cuentas, y que el uso de efectivo está permitido “para pequeños pagos ordinarios” dentro de la normativa interna de los partidos.
“El efectivo procede de las cuentas del partido, y se utiliza —como en cualquier organización— para gastos menores. Siempre hay factura, siempre hay registro contable”, reiteró el presidente. En tono irónico, añadió que “muchos senadores han cobrado alguna vez en efectivo” y que “nadie ha puesto el grito en el cielo”.
El jefe del Ejecutivo defendió además que el PSOE es el partido más transparente de España, citando los informes de la Comisión de Transparencia y del Tribunal de Cuentas. “El 75 % de la financiación procede de subvenciones públicas y el resto de las aportaciones voluntarias de militantes y cargos públicos”, detalló.
El PP habla de “cobros en sobres” y tacha de “insultante” su intervención
Las reacciones no se hicieron esperar. Fuentes del Partido Popular calificaron la intervención de Sánchez como un “reconocimiento de cobros en sobres” y lamentaron que el presidente “no haya negado ni una sola de las irregularidades que se investigan en torno al caso Ábalos”. Desde Génova, consideraron que el presidente “insulta al Senado” al calificar la comisión como “un circo” y le acusaron de “no ser categórico en temas sensibles por miedo a las consecuencias judiciales”.
Por su parte, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, defendió a Sánchez y acusó al PP de “convertir el Senado en un lodazal político y mediático”. Según Díaz, el Partido Popular “usa su mayoría absoluta para degradar las instituciones y convertir una comisión en un plató televisivo”. Añadió que el presidente “rinde cuentas y da explicaciones, como hace siempre”, y que la sesión debería servir “para que el PP reflexione sobre el respeto institucional”.
Responsabilidad en los nombramientos y defensa del Gobierno
En otra parte de su intervención, Sánchez reconoció su responsabilidad política en los nombramientos de José Luis Ábalos y Santos Cerdán dentro del PSOE, y recordó que exigió el acta de diputado a Ábalos “en el mismo momento” en que se conoció la detención de Koldo García, el exasesor implicado en la presunta trama de corrupción durante la pandemia.
“Asumí la responsabilidad en primera persona. En este Gobierno, cuando se detecta una irregularidad, se actúa con contundencia”, afirmó el presidente, subrayando que la corrupción “no es sistémica” en su partido. “La corrupción cero no existe, pero la tolerancia cero sí”, añadió, citando las medidas adoptadas por el Ejecutivo para reforzar los controles en la contratación pública.
En respuesta a las preguntas de la senadora Uxue Barkos (Geroa Bai), Sánchez admitió que el PSOE podría “fortalecer sus mecanismos de control interno” y calificó de “repugnantes” los comentarios sobre prostitución atribuidos a Koldo García en grabaciones filtradas. “Estos hechos no representan a los socialistas ni a la cultura del partido”, dijo.
Defensa personal y crítica a la oposición
El presidente del Gobierno aprovechó la sesión para rechazar las insinuaciones sobre su esposa, Begoña Gómez, a la que desvinculó “por completo” del rescate de Air Europa. “Lo dicen los informes de la Guardia Civil y de la UCO. No tuvo nada que ver”, zanjó. En un giro discursivo, Sánchez reprochó al PP que “mantuviera el silencio” ante casos de corrupción en sus filas: “¿Qué dirían si yo hubiera dado un millón y medio a una empresa y un familiar mío cobrara 800.000 euros en comisiones?”, cuestionó en alusión al caso de las mascarillas de Madrid.
Durante la jornada, Sánchez recurrió en varias ocasiones a la ironía para responder a las críticas de Vox y del PP. A una senadora que habló de “Gobierno de corrupción”, el presidente replicó que “queda Gobierno de coalición para largo”. “Este Gobierno, junto con el de José Luis Rodríguez Zapatero, es uno de los más limpios de la democracia española”, remarcó, reivindicando la herencia socialista en materia de transparencia.
Un Senado dividido y la sombra del caso Koldo
El debate se desarrolló en un clima de alta tensión política. Vox y UPN presionaron al presidente sobre los “pagos en metálico” y la relación entre el PSOE y los implicados en el caso Koldo, mientras el PP intentaba forzar contradicciones en sus respuestas. El ministro Félix Bolaños denunció más tarde en la red X (antes Twitter) el “acoso, la violencia verbal y la grosería” de la oposición, y calificó la sesión como un intento de “encerrona parlamentaria”.
Pese a la dureza del interrogatorio, Sánchez mantuvo un tono sereno. “Estoy tranquilo y dispuesto a responder a todas las preguntas”, dijo al iniciar su intervención. Y concluyó: “El fango se secará, y cuando lo haga, se verá la verdad. Este es un Gobierno limpio que ha actuado siempre con rigor y responsabilidad”.
Una comparecencia clave en la estrategia del PSOE
La sesión de este jueves se enmarca en un momento delicado para el Ejecutivo y para el propio partido, en plena instrucción judicial del caso Koldo y a pocos meses de nuevos procesos electorales autonómicos. En el PSOE confían en que la comparecencia sirva para “cerrar el ciclo mediático” y reforzar el mensaje de que “la transparencia es la mejor defensa”.
Con esta declaración, Sánchez intenta blindar la imagen del Gobierno frente a la ofensiva de la oposición y dejar claro que los fondos manejados por el partido son “controlados, trazables y auditados”. Mientras tanto, en el Senado, la batalla política continúa: la comisión seguirá sus trabajos con nuevas comparecencias previstas para noviembre, entre ellas la del exministro José Luis Ábalos.
















