Los Técnicos de Farmacia Hospitalaria de la Comunidad Valenciana denuncian públicamente la persistente situación de intrusismo laboral que sufren en el ámbito público hospitalario. Aseguran que la Conselleria de Sanidad permite que personal de otras categorías profesionales, principalmente Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) y personal de enfermería, desempeñen funciones propias de los técnicos de farmacia, sin la formación ni la capacitación específicas que requiere este servicio.
La farmacia hospitalaria
La farmacia hospitalaria es un área altamente técnica y sensible del sistema sanitario. En ella se desarrollan tareas esenciales como la elaboración de preparados estériles y no estériles, la formulación magistral, la dosificación y reenvasado de medicamentos, la gestión y distribución de productos farmacéuticos y el control de trazabilidad
y seguridad.
Estas funciones, advierten, exigen personal cualificado y formado específicamente para garantizar la seguridad del paciente y la calidad asistencial.
Un caso alarmante en el Hospital La Fe
El colectivo alerta de una situación especialmente preocupante en el Hospital Universitari i Politècnic La Fe (Valencia), donde próximamente accederá personal TCAE con plaza fija que, en muchos casos, carece de experiencia y formación en farmacia hospitalaria.
“Nos encontramos formando a personal que desconoce conceptos básicos como qué es una formulación magistral, el principio activo o un preparado estéril”.
“Esto provoca retrasos, sobrecarga de trabajo y un impacto directo en la seguridad del paciente.”
A su juicio, resulta incoherente que uno de los hospitales de referencia de la Comunidad Valenciana mantenga un modelo que fomenta el intrusismo, en lugar de apostar por la profesionalización y la eficiencia del personal especializado.
Desigualdad entre provincias
La situación varía según la provincia. En Alicante y Castellón, los hospitales sí están procediendo correctamente a la reconversión de plazas. Además, en La Ribera y Manises, los técnicos de farmacia desempeñan plenamente sus funciones, incluyendo la elaboración de preparados estériles.
Sin embargo, en los últimos meses se ha detectado una reintroducción de personal de enfermería en servicios de farmacia donde antes solo trabajaban técnicos formados.
El colectivo cuestiona también la gestión económica
“¿Cuántos técnicos de farmacia podrían contratarse con el coste de tresenfermeros?”
«El presupuesto público debe gestionarse con coherencia, priorizando la eficiencia y la seguridad del paciente, no los intereses corporativos”, subrayan.
Reconocimiento del problema por parte de la Conselleria de Sanitat
La Conselleria de Sanidad ha reconocido recientemente, en comunicaciones dirigidas a representantes del colectivo, que los servicios de farmacia están siendo ocupados por personal que realiza funciones ajenas a su categoría profesional.
La administración atribuye la situación a una ralentización administrativa en la creación de plazas específicas de técnicos de farmacia y afirma que los departamentos de salud deben adaptar las plantillas a la realidad funcional de los servicios. No obstante, los técnicos consideran esta explicación insuficiente:
“La administración admite el problema, pero no actúa con la rapidez necesaria. Dejar la decisión en manos de cada hospital perpetúa la desigualdad y el desorden organizativo”.
Riesgo de retroceso en hospitales valencianos
El colectivo alerta también del riesgo de retroceso en hospitales como el Arnau de Vilanova, donde hasta ahora las reconversiones de plazas se estaban realizando correctamente.
“No podemos permitir que se frene el proceso de reconocimiento que tanto esfuerzo ha costado. Si el caso de La Fe se convierte en precedente, otros hospitales podrían repetir
los mismos errores.”
Otras comunidades, un modelo a seguir
En otras comunidades autónomas, los Técnicos de Farmacia Hospitalaria están plenamente integrados en los equipos sanitarios, asumiendo sus funciones con reconocimiento y estabilidad profesional. Participan en la preparación de medicamentos estériles y garantizan altos estándares de calidad, seguridad y eficiencia.
“La Comunidad Valenciana debería mirar hacia esos modelos y equipararse con las regiones que ya reconocen el valor real del Técnico de Farmacia Hospitalaria”, sostienen los representantes.
“No pedimos privilegios, pedimos respeto”
“No pedimos privilegios, pedimos respeto profesional, reconocimiento y coherencia”, declara el colectivo. “Si somos válidos para elaborar medicamentos, lo somos siempre, no solo cuando conviene. Queremos ejercer nuestras funciones porque somos los profesionales preparados para ello.”
El colectivo anuncia que continuará reclamando medidas concretas y denunciará públicamente cualquier caso de intrusismo hasta que la administración ponga fin a esta situación y reconozca plenamente su papel esencial en la calidad asistencial y la seguridad de los pacientes.
















