Desde hace meses la Generalitat Valenciana está demandando una ampliación del aeropuerto de Manises en Valencia y del aeropuerto del Altet en Alicante. La semana pasada llegó la noticia desde el Ministerio de Transportes de que se llevará a cabo ambas.
La ampliación de Manises
Esta misma semana conocimos un informe de Cámara Valencia que aseguraba que con 10 millones de pasajeros el aeropuerto estaba próximo al colapso y que requería una ampliación urgente del mismo, las cifras así lo atestiguan, pero la ampliación aeroportuaria de Manises no es tan sencilla como parece. Así, se da la circunstancia de que con un sola pista de aterrizaje es difícil más vuelos, pero la terminal tampoco permite más viajeros, a pesar de su ampliación, ni tampoco el aparcamiento da para más. Así es una situación complicada.
Por una parte, el aeropuerto tiene a Manises y una carretera, por otra, un polígono industrial y un pequeño campo de golf, y por la otra la Autovía a Madrid, así podríamos decir que las instalaciones casi están encajonadas. Sólo podría crecer ocupando algunos terrenos del ejército y hacia campos de cultivo llegando hasta el conocido como Bypass.
Los vecinos con décadas de problemas y motores cada vez más ruidosos tampoco están conformes con una ampliación para duplicar la capacidad del aeropuerto, de hecho los alcaldes afectados de Manises y Quart, entre otros, ya han mostrado su rechazo a esta ampliación, y se ha creado una plataforma vecinal para impedir esta ampliación en Manises.
Una nueva solución encima de la mesa: un nuevo aeropuerto
Una solución se ha puesto encima de la mesa, la construcción de una nueva terminal alejada de la primera, osease un nuevo aeropuerto que conjugue el tráfico con Manises, al estilo de las grandes capitales europeas con dos aeropuertos.
Con el mapa de la Comunitat Valenciana encima de la mesa, ya hay firmes candidatos, porque hacia el norte a 70 kms está el aeropuerto de Castelló, y hacia el sur El Altet se encuentra a 130 kms. lo que aconsejaría llevar esta infraestructura hacia el sur de la Ciudad de Valencia, donde se concentra gran parte del turismo, que es el principal cliente del aeropuerto. Resolvería así muchos problemas y no generaría mayores problemas a los vecinos del actual aeropuerto.
Para esta infraestructura harían falta nudos de comunicaciones, así, las dos carreteras paralelas norte sur dan una pista de dónde se podrían ejecutar, pero al menos sería necesaria para no interferirse mutuamente que ambas terminales estuvieran alejadas al menos 50 kilómetros, y que contaran con autovía cercana y tren…
Si buscamos poblaciones a 40-50 kilómetros de Valencia con buenas comunicaciones cercanas por carretera y que además tuvieran tren cercano para acercarlo hasta el aeropuerto y que conecten con Valencia, pocas son las candidatas cone spacio suficiente para acoger estas instalaciones.
Así, las zonas con mayores posibilidades serían entre Alberich, Carcaixent y Alzira o la zona de Gandía. Aunque no se puede descartar zonas próximas a Xátiva.
Todas estas zonas tendrían a su favor nudos de comunicaciones rápidos con Valencia y con la zona más turística, y transporte público en tren.
Ahora se abre un abanico de posibilidades, y la Generalitat Valenciana y el Gobierno deberán decidir primero si se enfrentan a una complicada ampliación de Manises que rechazan vecinos y ayuntamientos afectados o se construye un aeropuerto capaz de asumir el incremento para la próxima década de viajeros y se pueda seguir ampliando, pero ha de tener unas buenas comunicaciones.
Todo esto nos lleva al horizonte de al menos ponerlo en servicio para no antes del 2030, una fecha en la que Manises ya estará colapsado. Ahora hay que tomar decisiones y hacerlo rápido.