La organización agraria ASAJA se ha manifestado hoy en Bruselas, frente al Parlamento Europeo, junto a miles de agricultores y representantes de toda Europa en una movilización organizada por COPA-COGECA y FWA, en protesta por la propuesta comunitaria del Marco Financiero Plurianual (MFP) y con ella, la disolución de la Política Agraria Común (PAC) tal y como la conocemos.
En lugar de una política común, con presupuesto propio y en la que el Parlamento Europeo tiene voz, la Comisión propone integrarla en un fondo único multisectorial, gestionado bilateralmente entre Bruselas y los Estados. Por ello, el presidente de ASAJA y vicepresidente del COPA, Pedro Barato, ha afirmado que la presidenta Von der Leyen «quiere enterrar la PAC, una decisión política sin precedentes que pone en peligro la soberanía alimentaria de Europa y rompe el vínculo entre el campo y los ciudadanos. Los agricultores y ganaderos no somos el problema, sino la solución.»
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, ha subrayado que «la UE entra en una deriva de futuro incierto. Como ha ocurrido desde hace décadas, Europa sacrifica al sector primario y después caerán otros. Es un proyecto comunitario inconcluso, sin objetivos ni rumbo. La PAC es el escudo que protege nuestra alimentación, nuestro medio rural y nuestra soberanía. Lo que se vota en Bruselas no es solo un presupuesto. Es si Europa quiere seguir alimentándose desde dentro… o depender de fuera. Frente a los tratados que nos exponen, frente a las importaciones sin reciprocidad, decimos basta. No se puede hacer política agraria sin presupuesto, sin diálogo y sin escuchar a quienes vivimos del campo.»
ASAJA suscribe las dos grandes líneas de denuncia del COPA-COGECA. Por un lado, «el recorte presupuestario es inaceptable. En un momento de inestabilidad geopolítica, presión arancelaria y creciente inseguridad alimentaria, la Comisión no puede recortar el presupuesto agrario. La PAC no es una ayuda al agricultor y al ganadero, es una garantía para el consumidor: alimentos seguros, sostenibles y asequibles».
Por otro lado, «la nueva estructura liquida la cohesión. Integrar la PAC en un fondo común rompe la unidad del modelo europeo y del mercado común. Ya no habrá política común, ni Parlamento como co-legislador. Los agricultores pierden voz. El Parlamento Europeo pierde legitimidad. Y los ciudadanos, control democrático».