Las banderas como símbolo de unión y diversidad van ganando espacio en el mundo actual. El artista Eros Recio, creador de la bandera de las personas con discapacidad, ha dado un nuevo paso en esta dirección aprovechando su visita al Director de la Real Academia Española de la Lengua don Santiago Muñoz Machado.
El encuentro buscaba difundir la palabra “Superidad” o “capacidad de superación” en sustitución de otras expresiones más peyorativas como “discapacidad” o “minusvalía”. Sin embargo Eros Recio quiso ir más allá y plantear una solución en pro de la progresiva unión de los países que hablan el idioma español.
Desde su experiencia como creador de una bandera para un colectivo tan grande internacionalmente como las personas con diversidad funcional, Eros brindar una idea a la Real Academia para visibilizar nuestro idioma: “Quizás algunos lo vean innecesario, pero la lengua española también necesita un símbolo visual que la represente universalmente. Una bandera propia.”
Eros Recio, como artista que ha viajado por toda Hispanoamerica advirtió que “Vivimos en un mundo de imágenes, de identidades visuales fuertes. El español, hablado por más de 500 millones de persona, no tiene una imagen única, libre de connotaciones nacionales, que la represente como lengua en sí misma. Normalmente en carteles e indicaciones se usa la bandera del Estado español, pero esto puede molestar a las repúblicas hermanas que hablan nuestro mismo idioma.”
Eros no se conformó con apuntar el problema, sino que ofreció una solución: “La bandera natural de la lengua española sería la bandera de la cruz hispana o de Borgoña que se usó en todos los reinos hispánicos durante siglos. Recuperar este símbolo cultural sería un gran acierto y convertiría al español en la primera lengua con una bandera propia del mundo.”
Como el idioma es un ente vivo que sobresale por encima de los Estados, quien estaría legitimado para promover la bandera no sería un país a solas, sino la Real Academia Española: “No solo por su historia y autoridad, sino por su papel integrador en el conjunto de academias de la lengua que conforman la comunidad hispanohablante.”
La bandera sería un símbolo que ondearía en eventos internacionales de cultura, en centros educativos del mundo hispano, en campañas de promoción de la lectura, en cumbres lingüísticas y celebraciones del idioma: “ Una bandera que no divida, sino que una. Que no represente a un país, sino a una lengua y a su gente.”
Igual que Eros Recio presentó su iniciativa de bandera de la superidad ante la ONU, y luego ante otros organismos internacionaes de América, Europa y Asia, el activista solicitó a la Academia dar el paso histórico de “crear, oficializar y difundir la bandera del idioma español.” Todo ello basándose en que “Diferenciar la bandera de la lengua de las banderas de los países donde se habla esa lengua podría crear un espacio de entendimiento muy positivo” y que “Ese espíritu aboga por un símbolo que represente la riqueza, la diversidad y la integridad de nuestro idioma común.”
Esta propuesta tan novedosa de que un idioma tenga su propia bandera, independiente de los países de donde se hable, fue instada ante la Real Academia oficial, tanto verbalmente como por escrito, para que sea considerada muy seriamente como camino de entendimiento y paz entre nuestras comunidades. Sin embargo Eros Recio ha hecho un llamamiento a las entidades y fundaciones hispanófilas a que, si lo consideran importante, inicien campañas de apoyo y recogidas de firmas para que la cuestión se debata ampliamente tanto en la Real Academia Española como en el resto de academias del mundo. Si se recupera una bandera que ya sirvió de nexo de unión hace tantos siglos probablemente la confluencia hispana tendrá un gran avance y de este modo recuperaremos un papel destacado en el mundo del siglo XXI.