La cuenta atrás ha comenzado. Buñol ya lo tiene todo preparado para celebrar este miércoles la Tomatina 2025, la batalla de tomates más famosa del mundo que cada año convierte a esta pequeña localidad valenciana en epicentro internacional de la diversión.
Siete camiones cargados con 120 toneladas de tomates de la variedad pera, cultivados expresamente para este evento y no aptos para el consumo humano, han llegado desde Extremadura. Estas hortalizas teñirán de rojo las calles del municipio en una fiesta que congregará a 22.000 participantes acreditados y que, como cada edición, ha colgado el cartel de “no hay entradas”.
Expectación máxima en el pueblo
Sergio Galarza, primer teniente de alcalde y concejal de Fiestas, ha destacado que las previsiones son “muy positivas” y que la Tomatina volverá a situar a Buñol en el mapa mundial:
“Cada año se superan las expectativas. Es una fiesta única, esperada con ilusión por miles de personas”.
Los vecinos ya se preparan para proteger sus viviendas del baño de tomate. Como explica Horacio Barona, residente del Raval:
“Ponemos lonas en la fachada, como cada año. Así evitamos manchas y solo queda esperar que pase la fiesta. Lo importante es que la gente disfrute y se lo pase bien”.
Impacto económico y social
La Tomatina no solo es una cita lúdica, también supone un revulsivo económico para Buñol. Comercios, bares y restaurantes llenan sus neveras con bebidas frías y provisiones extra para atender a los miles de visitantes.
Ali, propietario de un establecimiento de alimentación, lo resume así:
“Es un día de muchísimo movimiento. Se vende de todo, pero lo que más, bebida fresca. El calor aprieta y la gente lo agradece”.
Los negocios de merchandising también hacen su agosto: camisetas, imanes y recuerdos vuelan en cuestión de horas. “Este año hemos vendido más de 400 camisetas, nos hemos quedado casi sin stock”, asegura Gaby, dueña de una tienda local.
Alojamiento completo y visitantes de todo el mundo
Los hoteles y casas rurales de la zona llevan meses completos. Entre los visitantes destacan los procedentes de China y Estados Unidos, aunque también llegan desde Europa, Oceanía y Latinoamérica. En total, se estima que 45.000 personas visitarán Buñol durante la jornada, aunque solo 22.000 tendrán acceso directo al recorrido de la batalla.
Una lluvia roja que recorre el planeta
La Tomatina es hoy un símbolo cultural y turístico de Valencia. Desde 2002 está reconocida como Fiesta de Interés Turístico Internacional y cada año millones de personas siguen el evento a través de retransmisiones y redes sociales.
Mañana, como cada último miércoles de agosto, Buñol volverá a teñirse de rojo, regalando al mundo la imagen de una fiesta que mezcla tradición, caos controlado y una buena dosis de alegría.