Carta abierta a la Consellería de Agricultura de la AA.VV. del Palmar ( Valéncia)
El pasado viernes 27 de octubre tuvimos el placer de asistir al acto de entrega de los Premios al Emprendimiento de las Mujeres Rurales de la Comunidad Valenciana 2023, otorgado por la Consellería de Agricultura y celebrado al Real Monasteri de Santa Maria de la Valldigna. Nuestra vecina, Elena Marco Soler, recibió el premio honorífico “Historias de Vida” por los méritos de su trayectoria vital. Otras mujeres como Estela Pérez, Inés Clavijo y las hermanas Bellés también fueron galardonadas por sus iniciativas en el sector agrario, pesquero y diversificación de la actividad económica en el ámbito rural.
Entre los 150 asistentes invitados, las premiadas solo pudieron estar acompañadas de dos personas, lo cual opacó su capacidad de compartir este momento especial con sus familias y redes de apoyo. Parece que una larga lista de autoridades y personalidades tenía preferencia en esta celebración. Fue llamativo que, siente el entorno rural eminentemente valencianohablante y con todas las interlocutoras utilizando el valenciano como lengua vehicular, se condujera artificialmente el discurso hacia el castellano. Esto supone una carencia de respeto hacia nuestra lengua y cultura.
La programación incluyó una mesa con cinco ponentes, jefe de los cuales era efectivamente una mujer rural. Fuimos testigos que todavía falta mucho para recorrer: en una jornada donde se reconocía el emprendimiento de las mujeres rurales, dirigirse al único hombre de la mesa como experto y permitir que acaparara el tiempo de palabra, fue no solo desafortunado, sino también un desprecio al objetivo de los premios. Resulta incomprensible que en un acontecimiento que duró casi siete horas, las premiadas solo dispusieron de 90 según para explicar sus proyectos empresariales, una cuota claramente insuficiente para dar el valor y la visibilidad que merecen. Si no conseguimos que las voces de las personas que trabajan en el campo y en el mundo rural sean escuchadas y respetadas ni siquiera en el día de su reconocimiento, qué tipo de honor estamos rindiendo?
El acto concluyó con la entonación del himno regional y nacional, seguido de un grito de “VIVA ESPAÑA” y una risa totalmente fuera de contexto. Esta culminación borró definitivamente el espíritu y el objetivo inicial del acto.
Recomendamos a la nueva Consellería de Agricultura y a las empresas organizadoras que tengan en cuenta estas graves carencias si realmente quieren promover la igualdad, el respeto y la valoración de la mujer rural como motor fundamental de nuestro entorno.
Atentamente,