La alcaldesa reconoce al primer jefe de arqueología dándole su nombre a la beca
Va siendo hora señora alcaldesa del Ayuntamiento de Valencia, María José Catalá, de reconocer unos hechos evidentes después de tres años de retraso en el ámbito de la arqueología municipal. Sí le toca a usted porque el anterior alcalde, Joan Ribó, y la anterior responsable de Cultura y de Personal, Tello y Notario, pues no lo hicieron obviando lo obvio como se podía leer letra sobre letra en el reconocimiento firmado por el conseller Marzá en febrero de 2021. La sección de Arqueología es Servicio y, como tal, debe reconocerse en el nomenclátor municipal dejando de pertenecer al Servicio de Patrimonio Histórico, no pueden convivir dos servicios en un mismo espacio y tiempo, y elevando a quien desempeñe el cargo de jefe, o jefa de sección en este caso, a jefe de servicio teniendo independencia propia para tomar decisiones sin necesidad de esperar, o consultar, a quien ahora desempeña ese cargo.
Hace pocas semanas la delegación de Cultura del Ayuntamiento convocaba las bases de la Beca de Arqueología con un coste de 8.000 euros, el mismo presupuesto congelado año tras año como sucede con las demás becas. no lo han subido ni 500 euros, pero el coste de la vida sí se ha incrementado.
Pocos se dieron cuenta de que la alcaldesa y su edil de Cultura por fin han dignificado su nombre nominándola “José Llorca”. Para muchos podrá ser un extraño para otros no. José Llorca fue quien el 4 de mayo de 1948 creó el Servicio y fue su primer responsable, quien en aquellos momentos era el Jefe de los Museos Municipales.
Volviendo a la cuestión del nombre. Su denominación no es baladí. La propia concejal de Cultura en la etapa anterior del Rialto y hoy viceportavoz de Compromis, Gloria Tello, lo reconoce como tal en notas de prensa, véase la del 3 de marzo de 2023 cuando anunciaba la preparación de una serie de actividades por los 75 años de dicho servicio que jamás se hicieron. Ella reconoció, en respuesta a una pregunta de comisión de Cultura, que daría cuenta de los actos de esos fastos arquelógicos cuando se crearan los expedientes. Es decir, aquel anuncio fue un bluff. Jamás hubo expediente alguno.
Pues bien, insistiendo en lo mismo la concejala de Personal, Julia Climent, debe dar el paso y convertir la sección en servicio de facto tal como se reconoce en el documento de 26 de enero de 2021 firmado por el dicho conseller asignándole ocho obligaciones concretas.
Tienen la oportunidad de hacerlo señora alcaldesa Catalá y señor concejal de Cultura, José Luis Moreno, para cuando tenga lugar el Día de la Arqueología que este consistorio celebra anualmente para finales de julio. Despidan el verano político cumpliendo algo de justicia y, además, vuelvan a poner en los presupuestos partida concreta para este servicio.
A por cierto, que si deben esperar a septiembre por el proceso de estabilización háganlo, para dos cafés pues nos esperamos pero no lo demoren más.