Se trata de una técnica que administra durante la intervención quirúrgica el tratamiento de radioterapia de alta precisión.
Al hacerse durante una operación se ve directamente la zona a tratar evitando actuar sobre zonas sanas.
El equipo ha contado con un presupuesto de 1.290.667 euros.
El Hospital Clínico Universitario de Valencia ha incorporado a su cartera de servicios la radioterapia intraoperatoria gracias a la adquisición de un acelerador de electrones móvil ubicado en el quirófano. Se trata de un equipo de alta tecnología que ha contado con una inversión de 1.290.667 euros.
La radioterapia intraoperatoria es una técnica en la que, a diferencia de la radioterapia convencional, la radiación se administra en el mismo quirófano durante el proceso de una intervención quirúrgica para extirpar un tumor. Entre los beneficios que supone esta técnica se encuentra el hecho de poder administrar la radiación de forma más dirigida al tumor, disminuyendo la irradiación de las zonas de alrededor.
Para la realización de este tratamiento es necesaria la estrecha colaboración entre diferentes servicios, entre ellos Cirugía General, Oncología Radioterápica, Radiofísica y Anestesiología, entre otros.
El primer caso tratado con esta técnica ha sido un carcinoma de mama. La técnica ha permitido completar la radioterapia en una única sesión, minimizando los desplazamientos posteriores al hospital y reduciendo el impacto emocional de tratamientos más prolongados. Además, al concentrar la dosis sobre el lecho tumoral, protege los tejidos sanos y disminuyen significativamente los efectos sobre la piel y otros órganos.
Tal y como ha explicado el doctor Eduardo Ferrer, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica, “la radioterapia intraoperatoria se utiliza para tratar diferentes tumores malignos, entre los más frecuentes, cáncer de mama en estadios precoces, en pacientes de más de 50 años, sarcomas de partes blandas, recaídas de cáncer de recto, recaídas de cáncer ginecológico y patologías tumorales de la región hepatobiliar etc. Al administrarse directamente la radiación en el lecho tumoral se minimiza la exposición de los tejidos circundantes sanos y permite, además, hacer una evaluación visual directa de la zona”