Consecuencias devastadoras de la tormenta en Castellón: daños en la agricultura, vehículos destrozados y ventanas rotas
Una violenta granizada sacudió este sábado varias comarcas de la provincia de Castellón, dejando a su paso un reguero de destrucción. Las piedras de granizo, que en algunos puntos alcanzaron los cinco centímetros de diámetro, provocaron estragos tanto en el ámbito rural como en zonas urbanas.
Las consecuencias han sido especialmente notorias en localidades como Borriana, Orpesa, Nules, La Vilavella y otras poblaciones del interior y la costa, donde los efectos de la DANA han evidenciado la vulnerabilidad de infraestructuras y cultivos ante fenómenos meteorológicos extremos.
Pedrisco de gran tamaño y lluvias torrenciales
En Borriana (Plana Baixa), se registraron hasta 83 litros por metro cuadrado en pocas horas. La intensidad de la granizada no solo afectó al campo, sino que destrozó persianas, cristales y techos en muchas viviendas particulares. En barrios como la Serratella, los vecinos amanecieron con cristales rotos, persianas abolladas y ramas caídas. Afortunadamente, los árboles derribados no superaron la media docena, y los servicios municipales ya han actuado para despejar la zona.
Más al norte, en Orpesa (Plana Alta), la playa del Morro de Gos ha sufrido daños en sus infraestructuras para personas con movilidad reducida. Las pasarelas han quedado destrozadas y el mobiliario arrastrado por el agua. Según el alcalde Rafael Albert, los técnicos trabajan ya para evaluar los desperfectos y recuperar la normalidad cuanto antes.
Calles destrozadas y vehículos afectados
En Nules y La Vilavella, la escena parecía salida de una película de catástrofes. El granizo, caído con una fuerza inusitada, agujereó persianas, rompió ventanales y abolló decenas de vehículos. Muchos coches aparcados en la vía pública, especialmente los orientados hacia la sierra, acabaron con lunas y parabrisas totalmente destrozados.
Los testimonios vecinales hablan de momentos de pánico, con personas atrapadas dentro de sus vehículos o refugiándose bajo cubiertos mientras las piedras golpeaban con violencia.
Agricultura gravemente afectada
El sector agrícola ha sido uno de los más castigados por la tormenta. La Unió Llauradora estima que las pérdidas podrían superar los 20 millones de euros, afectando a unas 8.000 hectáreas. Los cultivos más dañados han sido los cítricos, el melón, los olivos, almendros y aguacates, dependiendo de la zona.
En la comarca de la Plana Baixa, los campos de naranjos y melonares presentan impactos visibles, con frutos agujereados o partidos. En el Alt Palància, los olivos y almendros han sufrido caída de ramas, defoliación y daños en la producción. Y en el Camp de Morvedre, las parcelas de cítricos y aguacates han quedado parcialmente arrasadas.
Evaluación en curso
Según ha declarado Carles Peris, secretario general de La Unió, “las primeras estimaciones hablan de hasta 20 millones de euros en pérdidas, pero aún es pronto para concretar. Serán necesarios varios días y la intervención de peritos especializados para determinar el alcance real de los daños”.
El sindicato agrario también ha reclamado una respuesta rápida por parte de las administraciones para activar ayudas, seguros agrarios y medidas de apoyo a los agricultores que han perdido una parte sustancial de su cosecha.