La Cooperativa Agrícola de San Pedro enfrenta pérdidas millonarias mientras busca soluciones para retirar toneladas de arroz en descomposición tras las inundaciones. El desastre medioambiental alcanza a l’Albufera, afectando su ecosistema y el futuro de sus cultivos.
Arroz, inundaciones y caos: el desastre que sacude Massanassa
La Cooperativa Agrícola de San Pedro de Massanassa se encuentra ante un problema monumental. Tras las devastadoras inundaciones de finales de octubre, cerca de un millón de kilos de arroz almacenado se han convertido en una masa putrefacta, provocando un grave problema ambiental y económico. Mientras tanto, el Parque Natural de l’Albufera, símbolo de la agricultura valenciana, sufre las consecuencias de la riada, con campos inundados por restos industriales y químicos.
La crisis es tal que las autoridades locales y regionales, junto con los agricultores, están buscando desesperadamente soluciones. Sin embargo, el tiempo apremia, y los problemas logísticos, ecológicos y financieros continúan acumulándose.
¿Qué ocurrió con el arroz?
Una montaña de cereal convertida en un problema apestoso
Cuando las lluvias torrenciales golpearon la región, los almacenes de la Cooperativa San Pedro albergaban ocho millones de kilos de arroz. Aunque siete millones de kilos fueron salvados, enviados a otros almacenes y sometidos a nuevos procesos de secado, el millón restante quedó en la parte inferior, empapado y ahora en avanzado estado de putrefacción.
La descomposición ha generado un olor insoportable en la zona, hasta el punto de que, según los trabajadores, un teniente coronel de la Guardia Civil llegó a investigar si había cadáveres cerca. El presidente de la cooperativa, Pascual Alapont, asegura que la situación es crítica: «No sirve ni para alimento de animales; está fermentando y expulsando gases».
El coste para retirar este arroz es elevado: cerca de 100 euros por tonelada, lo que supone un gasto insostenible para la cooperativa. Con unas pérdidas estimadas entre 1,2 y 1,6 millones de euros, han solicitado ayuda urgente a la Generalitat Valenciana y al Ministerio de Agricultura.



Más allá del arroz: l’Albufera y los residuos industriales
Un ecosistema amenazado por el arrastre de residuos
El Parque Natural de l’Albufera, ya en una situación delicada antes del temporal, ha recibido el golpe más duro en su historia reciente. Según Francesc Moncholí, agricultor de Massanassa, la riada no solo inundó los campos de arroz, sino que trajo consigo una avalancha de residuos industriales y urbanos.
“La zona norte de l’Albufera parece un vertedero. Hay plásticos, restos de coches, disolventes, pinturas y neumáticos esparcidos por los campos”, comenta Moncholí. Estos residuos, muchos de ellos de origen químico, plantean un serio riesgo de contaminación a largo plazo, ya que podrían filtrarse al suelo y al agua.
Además, la erosión causada por la riada ha dañado las motas que separan los arrozales del lago, dejando a algunos agricultores como José “el rochet de Pinedo” preocupados por el futuro: «Si no se arreglan las motas, no podremos cultivar el próximo año».
Impacto económico: entre pérdidas millonarias y ayudas insuficientes
Los agricultores, en vilo ante las respuestas gubernamentales
El desastre no solo afecta al arroz podrido o a los residuos esparcidos por los campos; también ha dejado infraestructuras destrozadas, maquinaria inutilizable y caminos agrícolas intransitables. Se estima que las pérdidas totales en la región podrían ascender a varios millones de euros.
Aunque el Ministerio de Agricultura ha anunciado ayudas de 5.000 euros para agricultores autónomos, muchos afectados consideran que estas medidas son insuficientes. Enric Bellido, de La Unió Llauradora, apunta que existen «muchas preguntas sin responder» sobre estas ayudas, especialmente en lo que respecta a su alcance y los requisitos para acceder a ellas.
La cooperativa de San Pedro espera una respuesta más contundente de las administraciones. «Pedimos lo mismo que se hace en otras situaciones similares: ayuda para retirar este arroz y gestionar el desastre que ha dejado la riada», reclama Pascual Alapont.
Limpieza y recuperación: ¿misión imposible?
Los retos logísticos para retirar el arroz y limpiar l’Albufera
La retirada del arroz en descomposición y la limpieza de los campos afectados presentan desafíos logísticos significativos. La maquinaria habitual no puede operar en los arrozales inundados, donde el suelo fangoso hace que sea casi imposible trabajar sin equipos especializados.
Claudio Sendra, de la Red Natura 2000, afirma que el proceso será lento y costoso: «Hay meses de trabajo por delante. Entre los residuos sólidos y los productos químicos que se han filtrado, estamos ante un problema de gran magnitud».
Además, el tiempo juega en contra. Si la limpieza no se completa antes de marzo, los agricultores no podrán preparar el terreno para la próxima siembra de arroz, poniendo en riesgo la cosecha de 2025.
El futuro de l’Albufera: ¿resiliencia o decadencia?
Entre la esperanza y la preocupación por el legado del temporal
A pesar del desastre, algunos agricultores mantienen la esperanza de que la situación pueda normalizarse. Jaime Pons, miembro de la cooperativa de San Pedro, cree que «si no pasa nada más, podremos volver a cultivar». Sin embargo, admite que las zonas más contaminadas podrían necesitar más tiempo para recuperarse.
Por otro lado, los expertos advierten que el verdadero impacto del temporal podría no verse hasta dentro de varios años. Los residuos químicos, los daños a las motas y la pérdida de biodiversidad en l’Albufera podrían tener consecuencias a largo plazo tanto para la agricultura como para el ecosistema del parque.
Reflexión: ¿cómo evitamos que vuelva a suceder?
La crisis de Massanassa y l’Albufera es un recordatorio de la vulnerabilidad de nuestros sistemas agrícolas frente a fenómenos climáticos extremos. Con el cambio climático aumentando la frecuencia e intensidad de estos eventos, es crucial invertir en infraestructuras más resilientes y en sistemas de gestión de riesgos más eficaces.
¿Estamos preparados para enfrentar un futuro donde estos desastres sean cada vez más comunes? ¿O seguiremos reaccionando de manera improvisada ante cada crisis? La respuesta podría determinar el destino no solo de l’Albufera, sino de toda la agricultura valenciana.
¿Qué opinas tú? ¿Cómo crees que deberían actuar las autoridades para evitar que situaciones como esta se repitan?