El edificio municipal de Zafranar comprado por el consistorio municipal y aprovechado tras el incendio de Campanar para reubicar a gran parte de las familias afectadas se ha ido desocupando poco a poco. Pero hoy las familias que quedan en el mismo deberán desalojarlo.
80 viviendas ya disponibles
Se han cumplido 6 meses del incendio y de su estancia en el edificio y el Ayuntamiento a los tres meses prorrogó su estancia 3 meses más. Pero hoy se cumple la fecha tope para cerca de 20 familias para desalojar el edificio municipal.
En él se llegaron a ubicar cerca de un centenar de familias, y en 6 meses muchas de ellas han optado por las ayudas de la Generalitat Valenciana para alquilar una vivienda. unas ayudas de entre 1.000 y 1.500€ por vivienda o familia afectada, y que tienen la fecha de caducidad de un año desde que se aprobaron en marzo de este año.
El Ayuntamiento asegura que conforme las familias van abandonando el edificio de Zafranar lo dejan en perfectas condiciones de ser de nuevo habitado, por lo que no requerirá más allá de una simple limpieza.
El Consistorio Municipal tampoco se plantea la posibilidad de que alguna familia hoy no pueda desalojar y esperan a la tarde para ver qué sucede. En ese caso, fuentes municipales aseguran que se planteará una solución in situ.
El Ayuntamiento agradece el buen estado y cuidado de las viviendas de Zafranar, que han sido cedidas 6 meses completamente gratuitas.
Nueva vida de las familias afectadas por el incendio
Ahora ya conocido que los propietarios del edificio han decidido reconstruirlo y que este mismo mes de Septiembre comenzarán las labores de desescombro se plantea una nueva vida a las familias.
En el horizonte tienen 2027-2028 donde esperan los propietarios poder volver a sus viviendas de Nou Campanar. Unas viviendas completamente nuevas de las que sólo quedará las dos plantas de subterráneo y el esqueleto del edificio anteriores.
Dos situaciones muy distintas viven los propietarios de las viviendas y los inquilinos, ya que muchas de las viviendas incendiadas estaban alquiladas. Por ello se han constituido dos asociaciones de afectados distintas. Mientras los propietarios esperan la reconstrucción del edificio, los inquilinos esperan poder cobrar las indemnizaciones y rehacer sus vidas.