El carril bici de Cardenal Benlloch y sus consecuencias y peligros
Esta semana pasada y parece que a toda prisa el ex-concejal de Movilidad Urbana abrió la primera parte del carril bici de Cardenal Benlloch desde Blasco Ibañez hasta la Calle Chile.
La plataforma ha aprovechado el carril bus y ha corrido el carril bus un carril, dejando sólo un carril para el tráfico privado, lo que ya ha originado los primeros atascos en horas punta. Ya que ha pasado de dos carriles de circulación a uno sentido Blasco Ibañez hacia el centro de la Ciudad. Además al pasar la calzada a tener un sólo carril, la normativa municipal indica que la velocidad máxima de la vía es de 30 km/h. Así una vía rápida de 50 km/H y dos carriles ha pasado a ser una vía de máximo 30 km/h y un sólo carril.
Problemas de seguridad vial
Los primeros problemas no han tardado en aparecer con este diseño del carril bici. Así se ha vuelto al sistema de subir el carril bici a las zonas de paradas de autobús, circulando las bicis entre el autobús y la parada, únicamente poniendo señales de STOP en las inmediaciones de las paradas. En caso de aglomeración es imposible la subsistencia de este carril que separa a los viajeros esperando al bus del bus una vez esté parado.
Además, se observa que en el giro de vehículos de Cardenal Benlloch a la derecha hacia la Calle Chile o Ernesto Anastasio, el carril bici paralelo al carril bus y de circulación no da pocos quebraderos de cabeza, ya que los conductores privados tienen ángulos muertos od e escasa visibilidad, lo que puede provocar un accidente casi con seguridad.
Los conductores han de reducir la velocidad o incluso parar para efectuar el giro, lo que aún aminora más la marcha del único carril de la circulación. Una obra que no ha gustado en las intersecciones ni en las paradas de bus ni a conductores, ni a peatones, menos a ciclistas.
Uno de los carriles recién acabado que habrá que repensar en las próximas semanas para dotarlo de mejor seguridad.