La portavoz del gobierno valenciano, Susana Camarero, acusa a la izquierda de instrumentalizar el sufrimiento de los afectados por la DANA, mientras crece la tensión política en torno a la gestión de la crisis.
El Consell, presidido por Carlos Mazón, ha salido al paso de las críticas tras la masiva manifestación del pasado domingo en València, en la que cerca de 80.000 personas expresaron su malestar por la gestión de la crisis derivada de la DANA. La vicepresidenta primera y portavoz del Consell, Susana Camarero, ha lamentado públicamente lo que considera una “utilización del dolor por parte de la izquierda”, en referencia a la participación y apoyo explícito de figuras políticas de la oposición en la protesta.
Las declaraciones de Camarero: firmeza ante la polémica
En una comparecencia este lunes, Camarero afirmó que la marcha, aunque legítima en su esencia como expresión del descontento ciudadano, ha sido manipulada con fines políticos. “Es indignante que se utilice el sufrimiento de las familias afectadas para atacar al gobierno autonómico”, señaló, añadiendo que la oposición está más interesada en generar inestabilidad que en ofrecer soluciones.
La portavoz destacó los esfuerzos del Consell en atender la emergencia, subrayando que se han destinado recursos económicos y logísticos para mitigar el impacto de la DANA. “Estamos trabajando incansablemente desde el primer minuto, pero la magnitud del desastre no se resuelve con discursos ni pancartas”, añadió.
La tercera manifestación: entre el clamor ciudadano y la pugna política
Esta manifestación es la tercera de gran envergadura desde que la DANA golpeó con fuerza la Comunitat Valenciana, dejando tras de sí inundaciones, daños materiales y un amplio sector de la población afectado. Aunque las dos primeras protestas se centraron en exigir mayor apoyo y rapidez en la respuesta institucional, esta última adquirió un tono marcadamente político.
Desde la izquierda, líderes de formaciones como Compromís y PSPV han señalado que el descontento es resultado de la falta de previsión y acción del gobierno de Mazón. En contraste, desde el Consell insisten en que la respuesta ha sido adecuada, pero el clima político ha dificultado que las medidas sean valoradas objetivamente.
¿Es legítima la crítica o una estrategia partidista?
El debate gira en torno a si las acciones del Consell han sido suficientes y oportunas o si, como sostiene la oposición, se ha priorizado la imagen por encima de las soluciones reales. Mientras tanto, los testimonios de los afectados aportan una perspectiva más humana. “No se trata de política, se trata de que mi casa sigue inhabitable y nadie nos da respuestas claras”, comentó un vecino de Alzira presente en la marcha.
Sin embargo, la presencia destacada de figuras políticas de la izquierda ha dado munición al gobierno autonómico para argumentar que la protesta fue orquestada con fines de desgaste político. “Las familias no merecen ser utilizadas como arma arrojadiza”, insistió Camarero.
¿Qué ha hecho el Consell hasta ahora?
Según el ejecutivo valenciano, se han implementado medidas clave desde el inicio de la crisis, incluyendo:
- Ayudas económicas directas: para los afectados por daños en viviendas y negocios.
- Reparación de infraestructuras: priorizando carreteras, escuelas y servicios básicos.
- Planes de prevención: diseñados para reforzar la resistencia frente a futuros episodios climáticos extremos.
No obstante, estas acciones no han logrado apaciguar las críticas, especialmente de quienes consideran que el gobierno ha actuado con lentitud.
La respuesta de la oposición
Líderes de la izquierda, como Joan Baldoví de Compromís, han asegurado que la movilización refleja el hartazgo de una población que siente que sus necesidades no son atendidas. “Esto no es un ataque al gobierno, es una llamada de atención de quienes han perdido todo y no encuentran respuestas”, afirmó.
Por su parte, el PSPV ha acusado al Consell de minimizar la magnitud de la crisis y centrarse más en defender su gestión que en atender las demandas urgentes.
Reflexión final: ¿es posible despolitizar el dolor?
La tragedia causada por la DANA ha abierto heridas no solo en el ámbito social, sino también en el político. Mientras el Consell y la oposición se enfrentan en torno a la narrativa de la gestión, las comunidades afectadas esperan soluciones concretas.
¿Es legítimo que las protestas incluyan un componente político, o debería primar la unidad en momentos de crisis? ¿Qué debería hacer el Consell para recuperar la confianza de los ciudadanos? Tu opinión importa: comparte tu perspectiva.