Un caso judicial que ha mantenido en vilo a la sociedad valenciana
Valencia cierra, al menos judicialmente, uno de los capítulos más dolorosos de su historia reciente. El Juzgado de Instrucción número 9 de Valencia ha confirmado el archivo definitivo de la causa abierta por el devastador incendio del edificio residencial en el barrio de Campanar, ocurrido el 22 de febrero de 2024, en el que perdieron la vida diez personas y que conmocionó a toda la sociedad valenciana. Tras meses de investigaciones, recursos y nuevas diligencias, la Justicia concluye que el incendio fue un accidente sin responsabilidad penal.
Cinco recursos desestimados y cierre definitivo
El auto de archivo, notificado este martes a las partes, desestima los cinco recursos presentados contra el primer sobreseimiento acordado el pasado 30 de mayo de 2025. El juez instructor reitera que, tras la práctica de numerosas diligencias, incluidas declaraciones de testigos, bomberos, técnicos y peritos, no se ha hallado indicio alguno de actuación dolosa, negligente o imprudente que permita imputar responsabilidad penal a ninguna persona o empresa.
En palabras del auto:
«Los desgraciados hechos de que trae causa el presente procedimiento, que tanta alarma han causado en el seno de la sociedad valenciana, han sido clasificados como accidentales, exentos pues de un actuar humano».
Un proceso judicial largo y muy cuestionado por las familias
Este es el segundo intento de cerrar la causa por parte del Juzgado de Instrucción nº 9. Apenas dos semanas después del incendio, en marzo de 2024, el mismo juez ya dictó el sobreseimiento provisional, con el respaldo de la Fiscalía Provincial, al considerar que los primeros indicios apuntaban claramente a un origen accidental del fuego. Sin embargo, la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ordenó la reapertura del caso en junio de ese año, estimando que aún había diligencias pendientes.
Durante la reapertura se tomaron nuevas declaraciones, especialmente a bomberos intervinientes, y se analizaron múltiples informes periciales. También se rechazaron varias peticiones que pretendían investigar a la empresa fabricante de los paneles de revestimiento de la fachada, uno de los aspectos que más polémica ha suscitado en la opinión pública.
Las familias de las víctimas nunca aceptaron el cierre
Los familiares de las víctimas, especialmente del joven matrimonio ucraniano fallecido junto a su hija adolescente, han insistido en mantener abierta la causa. En sus recursos, los familiares calificaron el auto de archivo como un relato «parcial, sesgado, incompleto y erróneamente valorativo», denunciando omisiones graves en la investigación que, a su juicio, de haberse evitado, podrían haber salvado las diez vidas perdidas.
Algunos de los puntos más críticos planteados por las familias son:
- La falta de responsabilidad penal hacia los fabricantes del material inflamable utilizado en la fachada.
- La ausencia de peritajes independientes e internacionales.
- Las posibles irregularidades en las licencias de obra o mantenimiento del edificio.
- El supuesto infradiagnóstico de los riesgos de propagación rápida del fuego por los materiales utilizados.
Pese a sus argumentos, la vía judicial parece definitivamente cerrada a nivel de instrucción. Solo cabría ahora la apertura de un nuevo procedimiento en instancias superiores, algo extremadamente complejo si no aparecen nuevas pruebas determinantes.
La tragedia de Campanar: una herida todavía abierta
El incendio de Campanar no solo fue uno de los siniestros más graves de los últimos años en España, sino que abrió un profundo debate social sobre la seguridad de los materiales utilizados en las construcciones residenciales modernas.
El fuego, declarado en plena tarde de un jueves, se propagó en cuestión de minutos por la fachada ventilada del edificio, favorecido por el fuerte viento de poniente y los materiales altamente combustibles de revestimiento. Las imágenes del bloque ardiendo completamente en menos de media hora dieron la vuelta al mundo, generando múltiples preguntas sobre las normativas de seguridad vigentes, la idoneidad de los materiales y la preparación de los inmuebles ante situaciones de emergencia extrema.
El foco sobre los materiales de la fachada: un debate no resuelto
Aunque el juez descarta responsabilidades penales, el debate técnico sobre el papel de los materiales de fachada sigue abierto. El revestimiento exterior del edificio incluía paneles compuestos por materiales con núcleo de poliuretano, altamente inflamables, que aceleraron la propagación del fuego verticalmente. Este tipo de soluciones constructivas, ampliamente utilizadas en los últimos años, han sido objeto de revisión normativa en varios países tras incendios similares, como el de la torre Grenfell en Londres (2017).
En España, tras el suceso de Campanar, varios colectivos profesionales han solicitado actualizar los estándares de clasificación de resistencia al fuego para este tipo de sistemas constructivos, aunque todavía no se ha producido un cambio sustancial en la normativa estatal.
Un drama social más allá de lo judicial
El caso de Campanar no se cierra para las familias, ni tampoco para buena parte de la sociedad valenciana. Las víctimas mortales, los heridos, los cientos de vecinos que lo perdieron todo aquella tarde y los servicios de emergencia que arriesgaron sus vidas siguen siendo protagonistas de un drama que va mucho más allá de los tribunales.
El incendio dejó además una profunda huella en el sistema de emergencias y protección civil, que ha revisado sus protocolos para incendios en altura y propagaciones rápidas. También ha impulsado algunos cambios en los seguros de comunidades y nuevas inspecciones preventivas en edificios similares de reciente construcción.
Un cierre judicial, pero un debate abierto
Con el archivo definitivo, el caso de Campanar queda judicialmente cerrado por ahora, pero la controversia pública sobre la seguridad de las fachadas ventiladas, la revisión de normativas y el tratamiento institucional de las grandes tragedias urbanas sigue más vigente que nunca.
Para las familias, queda el dolor de no haber obtenido responsabilidades penales. Para la sociedad, el reto de que tragedias como la de Campanar no puedan repetirse.