El Sorteo Extraordinario de la Lotería del Niño reparte ilusión, millones en premios y, por supuesto, una jugosa contribución fiscal que llena las arcas del Estado. ¿Quién dijo que el azar no era un buen negocio para todos?
Una tradición que hace felices a todos, incluida Hacienda
El 6 de enero, mientras los niños desempacan regalos y los adultos se aferran a la esperanza de una vida mejor, la Lotería del Niño hace su magia. En 2025, este evento repartirá 770 millones de euros en premios, y aunque los agraciados celebran su buena fortuna, 21,45 millones de euros de esos premios ya tienen un destino claro: Hacienda.
No es ningún secreto que el Estado es un participante silencioso en cada sorteo, y este año se apunta un premio nada despreciable, gracias a la fiscalidad aplicada sobre los grandes premios. Porque sí, incluso la ilusión tiene su precio.
¿Cuánto paga cada premio?
No todos los premios son iguales ante Hacienda, y esto es lo que debes saber:
- El primer premio: Cada décimo ganador de los 200.000 euros tributa por 160.000 euros (después de descontar los 40.000 euros exentos). Esto se traduce en una retención de 32.000 euros por décimo.
- El segundo premio: Con un valor de 75.000 euros, solo tributa por 35.000 euros, lo que implica que Hacienda se lleva 7.000 euros por décimo.
- El tercer premio y menores: No están gravados, ya que no superan el umbral exento de 40.000 euros.
Si bien esta estructura puede parecer razonable, muchos expertos consideran que la tributación actual penaliza excesivamente los premios de loterías públicas.
Los retos de compartir la suerte
Es común que los décimos se compartan entre familiares o amigos, pero esta tradición también tiene sus complicaciones fiscales. Cada participante deberá declarar su parte proporcional si el premio total supera los 40.000 euros.
Por ejemplo, si dos personas comparten un décimo del primer premio (200.000 euros), cada una recibiría 100.000 euros, de los cuales 60.000 euros tributarán al 20%, generando un pago de 12.000 euros por persona. Y sí, incluso si solo te llevas una pequeña porción, Hacienda necesita que quedes registrado como receptor.
¿Cómo afecta el premio a tu fiscalidad general?
Aquí llega la buena noticia: los premios de lotería no se integran en el IRPF, es decir, no aumentan tus ingresos a efectos de este impuesto. Sin embargo, los beneficios derivados del uso de ese dinero (como intereses bancarios o inversiones) sí deberán ser declarados.
En cuanto al Impuesto sobre el Patrimonio, los ganadores deben tener cuidado. Si el premio eleva tu fortuna por encima del mínimo exento en tu comunidad autónoma, puede que te toque pagar un poco más a final de año.
La propuesta de Gestha: un sistema fiscal más justo
El Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha, lleva tiempo abogando por cambios en la tributación de los premios de lotería. En particular, proponen volver al antiguo mínimo exento de 2.500 euros, que se aplicaba antes de 2018. Según ellos, el umbral actual de 40.000 euros es un avance, pero todavía insuficiente para premios modestos en comparación con otros ingresos que no tributan.
Además, Gestha ha solicitado al Gobierno que otorgue a los técnicos mayor capacidad de investigación en casos de premios altos. La falta de control, argumentan, facilita el blanqueo de capitales a través de décimos ganadores.
¿Es la lotería un negocio rentable para Hacienda?
Más allá de los titulares, la lotería se ha convertido en una herramienta eficaz de recaudación fiscal. En 2024, el sorteo del Niño generó ingresos similares, y la tendencia ha sido al alza en los últimos años, gracias a una mayor venta de décimos y la tributación de premios importantes.
A esto se suma el impacto indirecto: desde los ingresos generados por las administraciones de lotería hasta el aumento del consumo entre los ganadores, que inevitablemente repercute en el IVA y otros impuestos.
Reflexión: ¿es justo tributar por la suerte?
En un país donde el azar parece ser una de las pocas formas de escapar de las dificultades económicas, muchos se preguntan si es justo que Hacienda reclame una parte significativa de los premios. Algunos creen que los impuestos son necesarios para equilibrar las cuentas públicas; otros opinan que gravar la lotería desincentiva a los jugadores y castiga la ilusión.
Y tú, ¿qué opinas? ¿Debería Hacienda reducir su parte o es un precio razonable por soñar? 🎱