Las riadas del pasado 29 de octubre a parte de la tragedia y las 227 personas fallecidas han provocado al revisión de muchas infraestructuras y la necesidad urgente de construir infraestructuras de laminación de aguas y que salven como hizo el Plan Sur a las poblaciones de una gran inundación.
Son muchos los que aseguran al sur del Plan Sur que éste sirvió de dique para las aguas, pero la realidad es que salvó Valencia Ciudad de una inundación segura, ya que aguas arriba, en Ribarroja, Manises y Quart el propio Turia, un río de aguas normalmente calmadas destrozó todo a su paso, a esto se unieron los Barrancos del Poyo, La Saleta,…
Hoy casi 6 meses después de la inundación sabemos que el denominado Plan Sur estuvo en su parte de desembocadura muy lleno, casi a 1 metro de desbordamiento en algunos lugares, eso que cuando se proyectó tras la riada de 1.957 la proyección era de una infraestructura capaz de absorber una riada a 500 años vista.
Los proyectos de la CHJ que ahora se cuestionan
La Confederación Hidrográfica del Júcar para los barrancos de La Saleta y del Pozalet en Aldaya preveía expropiaciones de huerta en las que efectuar un canal artificial de desagüe que llegara a parar al nuevo cauce del Turia, con un corredor verde.
Una infraestructura que fuera un canal artificial rodeado de árboles y con paseos ciclopeatonales a ambos lados para integrarlo en el paisaje.
Esto que para Aldaya es fundamental ahora causa controversia en el Ajuntament de Valencia, ya que se requiere de estudios técnicos que aseguren cuál es la capacidad real del nuevo cauce del Turia, ya que las distintas infraestructuras como puentes con sus pilastras han mermado la capacidad que se había pensado inicialmente.
La posible solución
La propio hijo del ingeniero que diseñó esta infraestructura asegura que sería viable y ya su padre apuntaba que se podría elevar a ambos lados un muro de cerca de 2 metros de altura que aumentara la capacidad en caso de avenida como la pasada 29 de octubre.
esto choca frontalmente con el proyecto de renaturalización del cauce que sigue en pie de la propia Confederación Hidrográfica del Júcar y casi exigido por Ribó y Compromís, que pretendía realizar itinerarios ciclopeatonales, zonas de arbolado e incluso de servicios en el mismo cauce del río.
Recordemos que la zona de esparcimiento del parque Natural del Turia entre Quart y Manises ha desaparecido tras la riada, no queda rastro de puentes, zonas ciclopeatonales o de infraestructura alguna, incluso las aguas arrancaros el arbolado más joven plantado en los últimos 20 años, y sólo resistieron las especies vegetales más longevas cuyo sistema radicular muy amplio permitió anclarlos al suelo.
La necesidad de infraestructuras hídricas
Los catedráticos de ingenierías aplicadas de la UPV ya venían advirtiendo que las inversiones en infraestructuras hídricas los últimos 15 años habían descendido en un 70% y esto es sintomático de lo que ha pasado. Ahora urge repensar todo y dar una solución.
Muchos apuntan que no han de existir infraestructuras en zonas inundables, pero toda l’Horta Sur donde viven más de 300.000 valencianos es zona inundable, por lo que no es opción trasladar 20 poblaciones a no se sabe bien dónde…
Hoy mismo el Ajuntament de Torrent exigía un Plan Sur para el Barranco del Poyo, pero viendo el sistema radicular de captación de aguas se deberá de poner en valor toda infraestructura hídrica, con acequias hoy canalizadas en muchas zonas, con una capacidad ínfima que ya se ha visto se supera en unos episodios de lluvias extremas cada vez más habituales para los que hemos de estar preparados.
La solución a día de hoy
En el Barranco del Poyo hoy la solución aportada por la Confederación Hidrográfica del Júcar es una inversión de cerca de 20 millones de euros en los 70 kilómetros del Barranco, denominado de Chiva, de Torrent o del Poyo. Un dinero para reconstruir taludes y eliminar porque existen zonas donde el fondo del barranco ha desdendido, ya que en zonas donde había 7 metros de profundidad, hoy sólo hay 4-5 metros, un aterramiento de sedimentos que ha mermado la capacidad del Barranco.
Cabe destacar el estudio de la Universitat de Valéncia que asegura que sólo el 29 de octubre los sedimentos depositados en el fondo de l’Albufera equivalen a los depositados en 30 años, eso nos da a entender la magnitud de tierra arrastrada y depositada aguas abajo.
La solución es compleja, pero hay que ponerse las pilas y ponerse a trabajar todas las administraciones unidas para abordar una solución urgente, no una a 30 años vista que se quede parte en el cajón como ha pasado con los proyectos de la CHJ que nunca vieron la luz, proyectos de hace 20 años.
Recordemos una vez más que después de la riada de 1.957, se diseñaron unas infraestructuras que aún hoy, la friolera de 68 años después no se han ejecutado parte de ellos…