En un giro político insólito, el Partido Popular lanza acusaciones contra Pedro Sánchez por, supuestamente, necesitar a Francisco Franco “más vivo que nunca”. ¿Es esto una estrategia política o una hipérbole que se salió de control?
En el complejo tablero de la política española, donde las estrategias se mueven entre el simbolismo y la provocación, el portavoz del Partido Popular (PP) en el Congreso, Miguel Tellado, ha desatado una tormenta mediática al sugerir que Pedro Sánchez “necesita” a Franco “más vivo que nunca”. La declaración, que podría pasar como una simple metáfora, ha tomado una relevancia especial en un contexto cargado de tensiones políticas, y ha puesto el foco en un aniversario histórico poco convencional: la conmemoración de los 50 años de la muerte del dictador, programada para el próximo 8 de enero.
¿Por qué Franco vuelve al discurso político?
Desde hace décadas, Franco ha sido un recurso recurrente en los debates políticos de España. Para la izquierda, es un símbolo de los peligros del autoritarismo y un recordatorio de las luchas por la democracia. Para la derecha, a menudo se convierte en un argumento para criticar la supuesta obsesión de sus rivales por el pasado.
Sin embargo, lo que ha elevado la controversia esta vez es la referencia específica a la “flebitis” que sufrió Franco en sus últimos días. Según el portavoz popular, Sánchez estaría utilizando este aniversario para desviar la atención de los casos de corrupción que afectan a su gobierno y para reforzar su base política con un tema que polariza profundamente a la sociedad española.
¿Un aniversario de flebitis?
El detalle de la “flebitis” no ha pasado desapercibido, convirtiéndose en objeto de burlas y críticas en redes sociales. Algunos usuarios han cuestionado la relevancia de conmemorar un problema de salud del dictador, mientras que otros han interpretado la mención como una maniobra política calculada para desviar el foco de temas más urgentes.
Reacciones en Valencia: ¿es esto lo que importa?
En la Comunidad Valenciana, las reacciones no se han hecho esperar. Grupos políticos locales y analistas han criticado el uso de Franco como herramienta política, señalando que los problemas reales de los ciudadanos —como el acceso a la vivienda, el empleo y la calidad de los servicios públicos— quedan relegados en el debate mediático.
“Es vergonzoso que estemos hablando de la flebitis de un dictador cuando hay familias que no llegan a fin de mes”, comentó en redes sociales un portavoz de Compromís.
Por su parte, Vox ha apoyado indirectamente las declaraciones del PP, señalando que la “obsesión” de la izquierda con Franco es un síntoma de la falta de propuestas políticas concretas.
Sánchez responde, pero ¿aclara algo?
En medio de la controversia, el presidente del Gobierno no ha permanecido en silencio. En un acto reciente, Sánchez aseguró que su gobierno no utiliza la figura de Franco como distracción, sino como parte de un compromiso con la memoria histórica y la reparación de las víctimas del franquismo.
“Hablar de nuestro pasado no es un capricho, es una responsabilidad. No podemos construir un futuro sólido si ignoramos de dónde venimos”, afirmó Sánchez.
¿Franco sigue dividiendo a España?
A pesar de los casi 50 años desde su muerte, la figura de Franco sigue siendo un tema divisorio en España. Mientras algunos sectores de la sociedad consideran que es hora de dejar atrás los debates sobre el franquismo, otros insisten en que la memoria histórica es crucial para consolidar los valores democráticos.
En este contexto, el intercambio de acusaciones entre el PP y el Gobierno refleja no solo las tensiones políticas actuales, sino también la dificultad de España para reconciliarse con su pasado.
Una pregunta para reflexionar
¿Debería España superar de una vez por todas el debate sobre Franco, o sigue siendo un tema necesario para entender los retos del presente?