Etiquetado que impide saber el origen de muchos productos. No sabemos qué comemos ni de dónde viene

Etiquetado que impide saber el origen de muchos productos. No sabemos qué comemos ni de dónde viene

Mezclas de mieles o de aceites de varios países impiden saber el origen de lo que compramos.

Aceite cuyo origen en el etiquetado pone Unión Europea

 

Cada vez se importa de fuera más productos y para bajar el coste se mezclan distintas procedencias de aceites, en el mercado ya hay envases en lineales de grandes superficies cuyo etiquetado pone producto de la Unión Europea, así cumplen la ley “en parte” con la exigencia de poner el origen del producto: unión Europea, ¿pero qué país?.

¿Y cuándo pone origen: Unión Europea y no unión europea?. Este es un claro fraude de ley, pero el Ministerio de Consumo que sí se mete con las bebidas carbonatadas no denuncia a esos productores por un fraude de ley, ya que si alguien denunciara a las grandes superficies por tener producto “engañosos” debería pagar un depósito muy elevado, ya que de perder contra estas grandes superficies el coste sería elevadísimo. Tampoco el Ministerio de Consumo de Alberto Garzón se presta a regular esta nueva realidad y que les obligue a saber en qué porcentaje está diluidos los distintos productos mezclados. No vayamos a enterarnos de que el aceite supuestamente de oliva español que compramos en los grandes almacenes resuelta que igual tienen de aceite nacional menos del 5%.

Miel de China

 

Otro de los grandes problemas se generan en la miel, un producto muy apreciado por los consumidores y que desde hace unos años los almacenes mezclan de distintas procedencias para así conseguir un menor precio de coste y de paso añadir mayor rentabilidad a sus ganancias, de paso confundiendo a los consumidores.

El agricultor Youtuber Juanvi El Palleter desde hace meses ha emprendido su lucha personal contra estos etiquetados denunciando estas irregularidades conocidas por los gobernantes y ante las que no emprenden ninguna acción.

La mayoría de la miel la importan desde China, la exportan a Ucrania y otros países, donde la almacenan y en esos países la exportan nuevamente como miel nacional, y una vez viene a España, la ley con que la miel al menos en un 5% sea de origen español, ya se la puede etiquetar como miel española.

Advierten los productores que en China hay depósitos de glucosa pura y fabrican miel todo el año, pero es eso, glucosa pura y pierden la mayoría de propiedades que tiene la miel. Una vez en España, se mezclan y con que un 5% de la miel sea de origen español, en el etiquetado pueden poner origen España.

A pesar de ello, vemos mieles en lineales con varios países de origen, pero el Ministerio de Consumo, tan preocupado por lo que comemos, no dice nada al respecto de este supuesto fraude de ley en el etiquetado. Muchos podríamos pensar que se busca el engaño al consumidor, no permitiéndose saber el origen real de muchos productos, por eso es importante leer cada etiqueta de cada producto, y aún así a veces resuelta complicado saber qué compramos y comemos después.

Existen dos puertos en España por donde entran estos productos, aceite y miel a granel, Algeciras y Valencia, y luego se mezclan con productos locales y se venden como tales. Unas leyes que no sirven y los reguladores que no regulan la realidad. ¿Qué puede salir bien?…

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