Se trata del resultado del estudio de las células de la retina del ojo de un rorcual común que quedó varado en una playa de Sopelana (Vizcaya) en 2019.
La exposición permanecerá abierta al público hasta el día 30 del próximo mes de septiembre.
Todos los contenidos han sido adaptados para que sean accesibles para las personas con discapacidad visual.
El Museo de Ciencias Naturales de Valencia ofrece, desde este viernes la exposición temporal “El Ojo de la Ballena”, una muestra de fotografía científica, que permanecerá abierta al público hasta el día 30 del próximo mes de septiembre. “El Ojo de la Ballena” es el resultado de una investigación realizada por la investigadora Elena Vecino y su equipo sobre el estudio de las células de la retina del ojo de un rorcual común, que quedó varado en una playa de Sopelana (Vizcaya) en el año 2019.
La muestra recoge las conclusiones de la investigación y permite comprender cómo es el funcionamiento de la visión de estos grandes cetáceos: por qué tienen baja visión, por qué no distinguen los colores, y cómo las células de sus retinas juegan un papel crucial en su supervivencia, dado que les permiten navegar por los vastos océanos e interactuar con su entorno marino.
El visitante podrá descubrirlo gracias a las explicaciones que acompañan a todas fotografías obtenidas por microscopía electrónica, que se convierten en verdaderas obras de arte que capturan la esencia de la visión de las ballenas. De hecho, en 2023 una de las fotografías, la neurona gigante de ballena, fue seleccionada en el concurso Fotociencia de la FECYT.
La ballena que fue encontrada en la playa de Atxabiribil (Sopelana) en un día nublado y con oleaje, medía 18 metros de longitud y pesaba 20 toneladas. Tenía muchas heridas, la más grande en el vientre, y poco se pudo hacer por su vida. Tras la muerte del cetáceo, su cuerpo quedó varado junto a la orilla; y sus restos se convirtieron en una magnífica oportunidad para la ciencia para investigar cómo ven las ballenas.
Dos proyecciones
La exposición incluye dos proyecciones: “Elena y la Ballena” y “Cómo ven las ballenas”. La primera es una animación que explica todo el proceso de investigación dirigido por la doctora Elena Vecino que ha dado lugar a esta exposición. La segunda divulga los resultados de la investigación, comprendiendo el funcionamiento de la visión de las ballenas. La exposición se acompaña de un catálogo en el que se recoge una descripción de cada fotografía (siguiendo las normas de “escritura fácil”), así como códigos QR. De hecho, la muestra se ha planteado también como una oportunidad de sensibilización sobre la diversidad funcional, y por eso ha adaptado sus contenidos para que sean accesibles para las personas con discapacidad visual: las fotografías han sido texturizadas, los textos se han sobrescrito en braille y se han incluido códigos QR que permite el acceso a la audioguía. Además, en las salas se ha instalado una cinta podotáctil que guía el recorrido de la visita. La adaptación y la accesibilidad a los contenidos de la exposición ha contado con la colaboración de la doctora Carmen Lafuente, responsable de la Oficina de Ciencia Inclusiva del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Adentrarse en la exposición de “El Ojo de la Ballena” es una oportunidad para conocer cómo ven los océanos estos grandes cetáceos pero también es una oportunidad para la reflexión y concienciación sobre la fragilidad de nuestros ecosistemas marinos. Esta investigación se inició de manera inesperada en 2019, tras el varamiento de una ballena en una playa de Vizcaya y se pudo obtener la muestra de un ojo de este rorcual para su estudio. Los trabajos científicos se pudieron ampliar en el año 2020, cuando otra ballena varó en una playa de Asturias. Y la última muestra se obtuvo en 2022 de otra ballena varada en la costa de Valencia.
El esqueleto de la ballena varada en El Perellonet
Además de las fotografías que centran la muestra “El Ojo de la Ballena”, las personas visitantes podrán contemplar también el esqueleto de una ballena que quedó varada en el playa de El Perellonet en el año 1998, otra evidencia que ejemplifica los varamientos que sufren estos grandes cetáceos y su creciente incidencia en los últimos años a lo largo de los 6.500 km de costa del Estado, lo que pone de manifiesto, han subrayado los organizadores de la exposición, “la necesidad de cuidar y proteger nuestros mares y costas”.