La rápida actuación de los bomberos ha sido clave para frenar el avance de las llamas en una zona de alto riesgo
El incendio forestal que se declaró el pasado sábado en el término municipal de Villena (Alicante) ya ha sido declarado oficialmente extinguido. Las llamas han calcinado un total de 56 hectáreas de terreno forestal y agrícola, afectando a una zona limítrofe con la provincia de Albacete, de difícil acceso y gran carga vegetal.
El fuego se inició el sábado, alrededor del mediodía, en una zona próxima al camino del cementerio de Villena. En apenas unas horas, las condiciones meteorológicas, el calor extremo y el viento avivaron las llamas, obligando a desplegar un amplio dispositivo de emergencia.
Perímetro controlado tras dos días de lucha
Durante la tarde del sábado, los efectivos de extinción lograron perimetrar el incendio, lo que permitió frenar su avance hacia zonas habitadas o de mayor valor ecológico. Sin embargo, el domingo por la mañana se detectó un nuevo rebrote, lo que obligó a reforzar los trabajos en varios frentes.
A lo largo del domingo y el lunes, los medios terrestres se mantuvieron activos para refrescar el terreno y evitar nuevas reactivaciones. Finalmente, a las 6:40 de la mañana del martes, el fuego se dio por completamente extinguido, tal y como confirmó el Consorcio Provincial de Bomberos de Alicante.
El Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana también desactivó la situación 1 del Plan Especial frente a Incendios Forestales (PEIF), que había sido activada desde el inicio del suceso.
Una zona crítica y expuesta a la amenaza del fuego
La zona afectada por el incendio se encuentra en un área de alto valor ambiental y agrícola, muy expuesta a la sequedad estival y a la proliferación de matorral. En los últimos años, los episodios de incendios han ido en aumento en la comarca del Alto Vinalopó, siendo Villena uno de los puntos más sensibles.
Afortunadamente, no ha sido necesario evacuar viviendas ni se han registrado daños personales. No obstante, el fuego ha afectado a cultivos, zonas de monte bajo y áreas forestales de difícil regeneración, lo que supondrá un impacto ambiental importante en los próximos meses.
Un operativo coordinado por tierra y aire
En el dispositivo han participado brigadas forestales, bomberos del Consorcio de Alicante, medios aéreos, personal de emergencias y fuerzas de seguridad, con un despliegue que superó los 100 efectivos en el punto álgido del incendio.
Los trabajos se centraron en frenar el avance hacia el norte, donde el terreno escarpado dificultaba la intervención. El uso de medios aéreos fue fundamental durante las primeras horas, especialmente para enfriar las zonas de mayor intensidad térmica.
Prevención y alerta ante un verano crítico
La extinción del incendio de Villena ha sido posible gracias a la coordinación y experiencia de los equipos de emergencias, pero también pone de relieve la fragilidad del ecosistema forestal valenciano en pleno verano. Las altas temperaturas, la escasez de lluvias y la acumulación de material seco hacen que cualquier chispa pueda derivar en una catástrofe.
Desde los servicios de emergencias se recuerda que la prevención es clave, y se apela a la colaboración ciudadana para evitar imprudencias, mantener limpios los entornos rurales y avisar con rapidez en caso de detectar humo o fuego.
Aunque el incendio ya está extinguido, la vigilancia continúa en la zona durante las próximas horas para garantizar que no se produzcan rebrotes y que la seguridad esté completamente restablecida.