El expresidente Felipe González ha expresado su desacuerdo con la reciente gestión de Pedro Sánchez en respuesta a las emergencias, argumentando que la responsabilidad del Estado es actuar de manera firme y centralizada. En declaraciones públicas, González recordó cómo, durante su mandato, él daba órdenes claras y centralizadas, destacando que “el Estado Español no se centrifuga, se articula en un poder central”.
Felipe González critica la falta de centralización en la gestión de emergencias
El expresidente del Gobierno Felipe González ha vuelto a generar polémica al criticar abiertamente la postura de Pedro Sánchez respecto a la descentralización en la gestión de recursos durante emergencias y situaciones críticas. González expresó su desaprobación ante el enfoque de Sánchez, quien recientemente dijo a las comunidades autónomas que “pidan lo que necesiten” para afrontar las emergencias, añadiendo que, si los recursos no son suficientes, “lo vuelvan a pedir”.
En respuesta, González subrayó que, durante su mandato, él daba instrucciones de manera directa y centralizada, asegurando que “el Estado Español se articula en un poder central, no se centrifuga”. Esta declaración, realizada en un acto público, ha suscitado un intenso debate sobre el rol del Gobierno central en situaciones de crisis y la efectividad de un enfoque más “descentralizado” para la gestión de emergencias.
Un enfoque centralizado: el ejemplo de Bilbao
Para ilustrar su perspectiva, González relató una situación crítica de su etapa como presidente, cuando una fuerte crisis requirió la intervención del Ejército de Tierra. Según González, dio una orden directa desde el centro del Gobierno para movilizar tropas hacia Bilbao desde Burgos con el objetivo de garantizar una respuesta eficaz. “Lo que hace falta en estas situaciones es autoridad y claridad en las órdenes, no dejar todo al criterio de cada comunidad”, enfatizó el expresidente.
González compartió además cómo, en aquel momento, el general a cargo del movimiento de tropas le informó que el río Nervión había desbordado, llevándose un puente y bloqueando el acceso. A la pregunta del general sobre cómo proceder, González respondió firmemente: “No, dígamelo usted a mí, porque yo lo que doy es la orden de que llegue”.
Este ejemplo, según González, es una demostración de cómo la autoridad central puede tomar decisiones que garanticen rapidez y eficacia en la respuesta, sin que las instrucciones se diluyan o dependan de la gestión autónoma de cada región.
Descentralización y “centrifugación”: un debate sobre el rol del Estado
La crítica de González se centra en la diferencia entre descentralización y “centrifugación”. Para él, si bien la descentralización permite que las comunidades autónomas manejen ciertos asuntos con mayor autonomía, la “centrifugación” debilita el poder central en momentos críticos, dejando la respuesta de emergencia en manos de varias entidades que, sin coordinación central, podrían actuar de manera inconsistente.
“El Estado tiene que ser un poder central que coordine y gestione en situaciones de emergencia. Lo que se hace es descentralizar, pero no centrifugar,” afirmó. En su opinión, esta “centrifugación” de competencias podría generar una cadena de mando poco clara y afectar la capacidad del Estado para gestionar emergencias de manera rápida y efectiva.
Pedro Sánchez: “Pidan lo que necesiten y, si no es suficiente, que lo vuelvan a pedir”
El origen de la crítica de González se remonta a las palabras de Pedro Sánchez, quien, en respuesta a las peticiones de ayuda de las comunidades autónomas tras las recientes catástrofes naturales, dijo: “Si necesitan recursos, que los pidan. Y si no es suficiente, que lo vuelvan a pedir”. Estas palabras buscaban enfatizar la disposición del Gobierno central para brindar apoyo, pero han sido interpretadas por algunos, como González, como una señal de falta de dirección clara desde el poder central.
Para González, estas declaraciones sugieren una actitud pasiva por parte del Estado, que debería estar más involucrado en la gestión y provisión de recursos sin esperar múltiples solicitudes. En situaciones de emergencia, sostiene, la iniciativa y la acción deben partir del Gobierno central de manera inmediata.
Opiniones divididas: ¿es efectiva la descentralización en emergencias?
El intercambio entre González y Sánchez ha abierto un debate sobre la efectividad de la descentralización en la gestión de emergencias. Algunos expertos en políticas de Estado sostienen que el enfoque descentralizado permite a las comunidades responder con rapidez y flexibilidad ante situaciones específicas de su territorio. Sin embargo, otros coinciden con González en que una respuesta más centralizada puede garantizar la uniformidad y reducir la burocracia.
En países con estructuras más centralizadas, como Francia, el Gobierno central tiene mayor control sobre la respuesta a emergencias, lo que facilita la movilización de recursos a gran escala sin depender de solicitudes individuales de cada región. Por el contrario, en España, donde la autonomía regional es un principio fundamental, el Gobierno central se coordina con las comunidades autónomas, lo que puede ralentizar la respuesta en situaciones urgentes.
González y su visión de “orden y mando”
La postura de González recuerda a su estilo de liderazgo, caracterizado por su enfoque pragmático y directo en situaciones de emergencia. En su visión, la respuesta de emergencia debe ser ejecutada con “orden y mando” para evitar confusiones y garantizar que los recursos lleguen donde se necesitan sin demoras. González considera que, en situaciones críticas, la centralización de decisiones y el poder del Estado deben prevalecer sobre la autonomía regional.
“Cuando el país enfrenta una crisis, el Estado debe asumir la responsabilidad. No es el momento de esperar peticiones; es el momento de actuar con decisión”, subrayó el expresidente, en alusión a la disposición del Gobierno central de gestionar directamente recursos y esfuerzos sin diluir su autoridad en la toma de decisiones.
El contexto actual: nuevos desafíos para el Gobierno central
Las recientes catástrofes naturales y los efectos de la DANA en la Comunidad Valenciana y otras regiones han puesto a prueba la estructura de gestión de emergencias de España. Mientras algunos critican la descentralización de competencias, otros defienden la autonomía de las comunidades para responder de acuerdo a sus necesidades.
La crítica de González añade una dimensión política al debate sobre cómo deben gestionarse los recursos en estos casos, y plantea una cuestión fundamental: ¿es necesario reforzar el poder central en tiempos de emergencia, o es mejor continuar confiando en la capacidad de las comunidades autónomas para gestionar sus propios recursos?
¿Qué opinas sobre las declaraciones de Felipe González? ¿Crees que el Estado debería asumir un rol más centralizado en la gestión de emergencias o es preferible que las comunidades autónomas tengan autonomía en estos casos?