El fiasco de la infografía IA sobre la V16 del Ministerio del Interior
En un intento por modernizar la comunicación sobre seguridad vial, el Ministerio del Interior español ha protagonizado un episodio que roza lo cómico y lo alarmante a partes iguales. El pasado 16 de noviembre de 2025, la Dirección General de Tráfico (DGT) publicó en sus redes sociales una infografía explicativa sobre el nuevo sistema V16 conectada, un dispositivo obligatorio (y polémico) para notificar averías vehiculares de forma remota. La idea era brillante: ilustrar cómo esta baliza digital, que reemplaza a la tradicional V16 física, avisa a otros conductores de peligros en la carretera mediante señales luminosas y plataformas conectadas.
https://x.com/interiorgob/status/1990088674357203235?s=20
Sin embargo, la ejecución fue un desastre. La infografía, generada íntegramente por inteligencia artificial (IA), salió a la luz plagada de errores tipográficos, palabras ininteligibles y frases incoherentes, sin que nadie en el ministerio se molestara en revisarla antes de publicarla.
Un funcionario o el CM del Ministerio, en un descuido imperdonable, la subió tal cual, convirtiéndola en viral por las razones equivocadas.
Para contextualizar, el V16 conectada es una innovación clave en la reforma de la normativa de seguridad vial, efectiva desde 2026. Este dispositivo, integrado en vehículos nuevos, emite una señal de alta visibilidad (hasta 1 km en condiciones óptimas) a través de la plataforma DGT 3.0. Cuando un conductor sufre un accidente o avería, activa la baliza vía app o automáticamente, alertando a paneles variables de mensaje en carreteras y navegadores GPS como Waze o Google Maps.
La infografía pretendía desglosar su funcionamiento en tres pasos simples: el conductor del vehículo averiado activa la V16; un emisor de luz intensa envía la señal a la DGT; y el resto de usuarios reciben la notificación. Un diagrama esquemático con coches, flechas y iconos refuerza el mensaje, prometiendo «visibilidad física y virtual» para prevenir colisiones en cadena.
Pero aquí viene lo absurdo: la IA, probablemente una herramienta como Midjourney o DALL-E adaptada para gráficos, falló estrepitosamente en el texto superpuesto. Palabras mal escritas o ilegibles salpican la imagen como grafitis en una pared.
Destacamos las más notorias, transcritas tal como aparecen:
«avis6ar ar raeto» en lugar de «avisar al resto».
«vehícula» en lugar de «vehículo».
«unmovilizado»: en lugar de «inmovilizado».
«kloometros»: debería ser «kilómetros».
«oiraincla»: debería ser «distancia».
«asliva»: debería ser «activa».
«tecbo»: debería ser «techo».
«pusible»: debería ser «posible».
«Admnés»: debería ser «Además».
«fransntrite»: debería ser «transmite».
«sefial»: debería ser «señal».
«piatatorma»: debería ser «plataforma».
«peclocalización»: debería ser «geolocalización».
«rail meiros»: debería ser «mil metros».
«óptir*as»: debería ser «óptimas».
«conduiltores»: debería ser «conductores».
«ubrécracdo»: debería ser «ubicación».
«loo panelas»: debería ser «los paneles».
«mennsaje varíablo»: debería ser «mensaje variable».
«canetera»: debería ser «carretera».

Estos errores no son meros lapsus; revelan una dependencia ciega en la IA sin supervisión humana. La herramienta generativa, entrenada en datos masivos pero propensa a «alucinaciones» textuales, produjo un contenido que parece escrito por un niño con dislexia.
La publicación en X (antes Twitter) acumuló miles de burlas en horas, con usuarios compartiendo memes y capturas. «¿Seguridad vial o comedia vial?», tuiteó un conductor indignado.
Cuando el ministerio del interior utiliza la IA para hacer una infografía con texto y ni lo revisa. Estamos en manos de inútiles. INÚTILES. (@JFCalero):
https://x.com/JFCalero/status/1990172263983780343?s=20
Expertos en IA, como los de la Universidad Politécnica de Madrid, critican esta negligencia: «La IA acelera la creación, pero sin edición humana, es un riesgo en comunicaciones oficiales«, afirma el profesor Javier García.
El Ministerio reaccionó tarde, emitiendo un comunicado vago: «Estamos mejorando nuestros procesos». Pero el daño está hecho. Este incidente expone vulnerabilidades en la adopción de IA por administraciones públicas: ahorro de tiempo a costa de credibilidad. En un país donde la DGT ya lucha contra la desinformación vial (accidentes por distracciones digitales en auge), publicar basura generativa erosiona la confianza. ¿Cuántos conductores ignorarán el V16 real por esta farsa?
Lecciones aprendidas: la IA es aliada, no reemplazo. Revisar, editar, humanizar. Ojalá su implementación (polémica y discutida) sea menos caótica que esta infografía. En seguridad vial, como en todo, el detalle importa. Y el detalle, aquí, fue un desastre pixelado.
















