Esta mañana una activista de Frente Obrero, en un acto de Podemos le ha recriminado a Irene Montero su actitud:
«El feminismo es cómplice del patriarcado islámico»
El auditorio, en teoría de izquierdas y en lucha contra el heteropatriarcado ha comenzado a gritar «sís e puede» para acallar la voz de esta activista de izquierdas.
Frente Obrero quería mostrar su disconformidad por las políticas de Irene Montero en la que aseguran que las políticas de Podemos obligan a las mujeres a ir con pañuelo en contra de su voluntad y aseguran «esto es lo que nos espera a las mujeres con un islamismo radical».
«Esto es lo que estáis defendiendo y con este gobierno no paran de aumentar las agresiones sexuales y las violaciones, por vuestra culpa»
Tan claro y contundente, que después ha lanzado el velo islámico hacia el escenario. Todo mientras trataban de hacer acallar esta voz crítica, en un ejemplo de falta total de empatía y menos autorreflexión.
La respuesta de Irene Montero: llamar facha a la activista de Frente Obrero
La secretaria general de Podemos ha asegurado en respuesta a este acto que «Los fascistas van con todo. Pues nosotras, más orgullosas que nunca de ser lo que somos». Llamando fascista a la activista de Frente Obrero.
De paso Montero ha aprovechado para llamar nazis a la empresa desokupa y de colaborar con la derecha a presentadoras de televisión, mujeres, como Ana Rosa Quintana o Susana Griso de las que asegura «quieren meter miedo a las viejas asegurando que cuando vayan a comprar les van a ocupar su casa». También ha lanzado el mensaje de que «si necesitas la casa y es de un banco, tienes derecho a tirar la puerta abajo y ocuparla»
¿Qué te parece que se use la palabra facha como insulto a todos los que no piensan como tú?
Una reflexión, el pensamiento único se llama dictadura, y la moda de llamar facha a todo el que no piensa como tú es más propia de fascismos antiguos, que los hay de derechas y de izquierdas, y Frente Obrero no se califica por ser de derechas precisamente, una vez más, Irene Montero ha patinado cuando le recriminan sus propias políticas y les recuerdan sus efectos.
Un político ha de saber encajar las críticas, va implícito en el sueldo, y mientras el político nos «vende» su realidad paralela, hay quién le da de bruces contra la realidad…
Utilizar a la ligera expresiones como fascista y nazi al final banalizan y quitan sentido al rigor de una palabra que ha de ser símbolo de miedo y recordar a tiempos pasados oscuros…