Finalmente parece que la única unión que tenían entre Compromís y el PSPV era su apego al sillón. Así, una vez pasadas las elecciones locales y autonómicas del 28 de mayo pasado y con la pérdida de las instituciones, ha comenzado la guerra de cargos entre el PSPV y Compromís.
El inicio de la guerra
La decisión del PSPV de dejar fuera de la Mesa de Corts Valencianes al partido nacionalista y catalanista no ha sentado nada bien en Compromís. El PPCV ofreció al PSPV la posibilidad de abrir la Mesa de les Corts para que los cuatro partidos que han conseguido representación parlamentaria obtuvieran representación en la Mesa donde se toman las decisiones en Corts Valencianes. El PSPV se negó en rotundo a ceder uno de sus dos puestos a Compromís y que el PPCV hiciera lo mismo con Vox. El propio Arcadi España , -Conseller de Hacienda en funciones- recordó que la ley era clara y trasladado a los resultados obtenidos fruto del 28M tocaban 3 cargos al PP y dos al PSPV.
Con el pacto entre PPCV y Vox CV para gobernar la Generalitat Valenciana, uno de los condicionantes era dejar a Vox la presidencia de Corts Valencianes, con lo que finalmente cede uno de sus tres puestos a Vox. Así, el único grupo parlamentario que se queda fuera de la Mesa de Corts Valencianes finalmente es Compromís.
La guerra comienza en Twitter
Compromís no tardó en comenzar la guerra con su aún actual socio de gobierno. Así, realizó un cartel en redes acusando al PSPV de colaborara con Vox y el PPCV. Algo que no ha pasado desapercibido para el PSPV.
«Som l’unica l’oposicio contra el pijor govern»
Con esta afirmación Compromís ponía al mismo nivel a su socio de gobierno del Botànic con el PPCV y Vox. No tardó el incombustible Manolo Mata, el que se nunca se ha ido a criticar esta actitud de su actual socio de gobierno.
«I diguent el que digueu van a estar vint anys»
Así Manolo Mata afea a su socio de gobierno con el que ha compartido mesa durante ocho años su deslealtad ahora que ya no se necesitan para gobernar.
…Y se rompió el amor, tras ocho años
…Y se rompió el amor, pero no de tanto usarlo, sino porque el amor era al sillón entre el PSPV y Compromís. Ahora fuera de la Generalitat Valenciana y del Palau, todo son achaques malintencionados en una política donde nadie parece ser amigo de nadie. «Tonto el último».
La guerra empieza en Twitter, algo donde están muy cómodos los radicales de izquierda, y cómo no, Grezzi y Mata se tiran «los trastos a la cabeza» de tan amigos a enemigos aférrimos…
Empieza Grezzi con una foto del propio Mata en la Plaza de Toros de Valencia junto con Isabel Bonig y los acusa de aplaudir a los «torturadores». Un concejal autodenominado ecologista que no ha dudado a practicar arboricidio para hacer carriles bici. Ahora se las da de animalista cuando no han sido capaces en 8 años de hacer un simple refugio animal de los dos que prometieron y anunciaron a bombo y platillo. Ni el de Torrent, ni tampoco el que se ubicaría junto a Tavernes Blanques.
Y Grezzi comenzó la guerra en Twitter, una red donde los concejales de Compromís están muy cómodos, como su compañera Gloria Tello que no duda a señalar a periodistas e insultar a expertos de patrimonio cuando no le ríen las gracias. Ahora sin poder sólo les queda el ataque… y parece que de eso Grezzi sabe mucho, desatando la polémica en Twitter.
Volvemos a tener al Grezzi que llevaba camisetas azotando a la alcaldesa Rita Barberá o que llamaba corruptas a las Falleras Mayores de Valencia. Algunos parece que están más cómodos en la calle y tras la pancarta que en gestionar, y si no sólo cabe ver la EMT Valencia y su gestión de primero de primaria.
Sólo estamos viendo el comienzo de la guerra entre el PSPV y Compromís, a coger palomitas y ver esta nueva serie de Netflix -perdón de la política valenciana-, sobre deslealtades, traiciones y poder… Y sólo han pasado tres semanas desde las elecciones. Esta semana que Grezzi ya no estará en el Ayuntamiento con su tiempo libre veremos otra vez al Grezzi activista azote de todo el que no comulgue con él.