La rápida intervención de la Policía Nacional evitó una tragedia en plena madrugada. El vehículo quedó colgando con una rueda en el aire junto a una conocida playa de Alicante.
La valentía de dos agentes del Grupo de Atención al Ciudadano de la Policía Nacional evitó una tragedia en la madrugada del lunes en Alicante. Una mujer de 48 años fue rescatada justo a tiempo cuando intentaba precipitarse con su coche por un acantilado. La intervención, que se produjo gracias al aviso urgente del 112, terminó con la mujer a salvo y el vehículo detenido a escasos metros del vacío.
Un aviso que activó todas las alarmas
Todo comenzó cuando la Sala del 091 recibió una llamada de emergencia del servicio 112. Era el hijo de la mujer quien alertaba del peligro inminente: su madre había abandonado su domicilio en estado alterado y podría estar intentando suicidarse. Proporcionó el modelo y matrícula del coche, lo que permitió activar un operativo inmediato de búsqueda por parte de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana.
El coche al borde del precipicio
Minutos después, en una zona próxima a una conocida playa de Alicante, una patrulla localizó el vehículo con el motor encendido. Estaba en la arena, a escasos metros del borde del acantilado. Dentro, una mujer en estado de gran agitación emocional y física. Al notar la presencia policial, el coche comenzó a avanzar lentamente hacia el vacío.
Los agentes, sin titubear, se acercaron al vehículo y lograron abrir la puerta delantera izquierda. La mujer ofreció resistencia física, se aferraba al volante y gritaba. Aun así, los policías lograron sacarla del coche justo antes de que este continuara su descenso. Finalmente, el turismo quedó atascado: una de sus ruedas delanteras colgaba ya en el aire.
Asistencia médica y observación
Una vez puesta a salvo, la mujer fue trasladada por los servicios sanitarios a un centro hospitalario, donde quedó ingresada bajo observación médica. Los profesionales que la atendieron destacaron que el tiempo de reacción de los agentes fue crucial para evitar una desgracia.
Reconocimiento a los agentes
Desde la Policía Nacional se ha valorado la actuación como “ejemplar y valiente”. No es la primera vez que el Grupo de Atención al Ciudadano protagoniza rescates de este tipo, pero el riesgo físico asumido en este caso —al tratarse de un entorno natural peligroso y en movimiento— ha despertado la admiración dentro y fuera del cuerpo.
Salud mental: el debate continúa
Este caso vuelve a poner sobre la mesa la importancia de los protocolos de atención a la salud mental. En los últimos años, los cuerpos y fuerzas de seguridad han asumido un papel clave en la respuesta a situaciones de crisis personales.
“El papel de la policía no es solo represivo. Es también social, preventivo, humano”, afirmaba un agente tras el suceso. Muchos colectivos insisten en que hace falta reforzar los recursos psicológicos, tanto preventivos como de emergencia.
Conclusión: una tragedia evitada a segundos del abismo
Gracias a la colaboración ciudadana, la rápida respuesta del 112 y la intervención decidida de los agentes, una vida pudo salvarse en una madrugada que pudo haber sido fatal. Este episodio sirve como recordatorio del valor del servicio público, de la coordinación entre instituciones y de la importancia de atender con sensibilidad los problemas de salud mental.