El club castellonense denuncia graves irregularidades en el partido frente al Palma Futsal y anuncia acciones legales por las condiciones de seguridad del encuentro.
El encuentro de Primera División de fútbol sala entre el Peñíscola FS y el Palma Futsal, disputado el pasado viernes en el Poliesportiu Municipal Galatzó (Mallorca), terminó convertido en un auténtico escándalo.
El jugador del Peñíscola Diego Quintela perdió el conocimiento tras un fuerte golpe durante el partido y tuvo que esperar más de 45 minutos para ser trasladado a un hospital, después de que la ambulancia presente en el pabellón se negara a efectuar el traslado alegando que “no estaban preparados”.
El club castellonense ha anunciado que emprenderá acciones legales y ha acusado a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) de permitir que el encuentro se jugara en un pabellón que “no cumplía los requisitos mínimos exigidos” para una competición de máximo nivel.
Entre las deficiencias señaladas, el Peñíscola menciona falta de iluminación en las porterías, escasa seguridad, deficiencias en la señalización de la pista y ausencia de medios adecuados en caso de emergencia.
Una espera de 45 minutos
Según el comunicado del club, tras el golpe recibido por Quintela, el personal sanitario presente en el pabellón rehusó trasladarlo al hospital, alegando que no era su función.
Ante esta negativa, el equipo se vio obligado a contactar con una segunda ambulancia, que llegó casi una hora después. Finalmente, el jugador fue trasladado a un hospital privado por cercanía, donde fue atendido tras un depósito económico abonado por el propio club.
Desde el Peñíscola califican lo ocurrido como una “irresponsabilidad grave” que pone en riesgo la integridad de los deportistas y aseguran que el partido nunca debió disputarse en esas condiciones.
La versión del Palma Futsal
Por su parte, el Palma Futsal ha ofrecido su versión de los hechos a través de un comunicado. Según el club mallorquín, el jugador estuvo atendido en todo momento por su médico y el traslado al hospital se realizó siguiendo el protocolo médico.
Explican que se solicitó una segunda ambulancia porque no se podía dejar el pabellón sin cobertura sanitaria durante el encuentro, salvo en caso de emergencia vital, y que la decisión fue consensuada entre ambos equipos.
El Palma Futsal también rechaza las acusaciones sobre la falta de seguridad y asegura que el dispositivo cumplía con todos los requisitos exigidos para un partido con el aforo del pabellón Galatzó. Añaden que el cambio de sede se debió a las obras en el Palau Municipal d’Esports de Son Moix y en el Velòdrom Illes Balears, lo que obligó a recurrir a una instalación alternativa.
Un nuevo debate sobre la seguridad deportiva
El incidente ha reabierto el debate sobre la seguridad en los eventos deportivos tras varios episodios recientes en el deporte español que han puesto en cuestión la capacidad de respuesta médica en los pabellones y estadios.
El Peñíscola FS insiste en que lo sucedido “no puede repetirse” y que pedirá una investigación formal a la RFEF para depurar responsabilidades.