Las asociaciones de víctimas de la DANA claman por justicia tras la declaración de la exconsellera, que se desliga de responsabilidades. El Consell de Mazón, en el centro de la polémica por una gestión que marcó un antes y un después en la Comunitat Valenciana.
La actualidad en Valencia hoy está marcada por un episodio que quedará grabado en la memoria colectiva de toda la Comunitat Valenciana. Las declaraciones de Salomé Pradas, exconsellera de Justícia i Emergències, han caído como un jarro de agua fría entre las víctimas de la DANA, sus familias y buena parte de la sociedad valenciana.
«No tenía experiencia ni conocimientos en emergencias». Así, sin matices ni excusas, ha resumido Pradas ante la jueza instructora su papel durante la gestión de la riada que devastó 75 municipios, dejó 228 víctimas mortales y cambió para siempre la historia reciente de Valencia.
Un testimonio que rompe cualquier confianza en la gestión institucional
Valencia noticias ha sido testigo directo de las reacciones que esta declaración ha provocado en la puerta de la Ciutat de la Justícia. Para los afectados, estas palabras no solo son inaceptables, sino que representan el colmo de la irresponsabilidad política.
«¿Cómo puede ser que una persona sin experiencia ni conocimientos esté al frente de una conselleria clave en situaciones de emergencia? ¿En manos de quién estábamos?», se preguntaba indignada Paula Sanchis, portavoz de la asociación de víctimas de l’Horta Sud.
Los manifestantes que hoy se han concentrado a las puertas del juzgado no solo llevaban pancartas o fotos de sus seres queridos. Llevaban, sobre todo, un dolor que sigue muy vivo, una herida abierta que ni el tiempo ni las instituciones han sabido cerrar.
La llegada de Pradas y Argüeso: un recorrido entre gritos y lágrimas
Pradas ha llegado sobre las 9:20 a la Ciutat de la Justícia de València, visiblemente afectada y sin hacer declaraciones a los medios. A su paso, los gritos de «assassina», «Mazón a presó», «Consell dimissió» y «Salomé responsable» retumbaban en el recinto judicial.
Diez minutos después llegaba Emilio Argüeso, exsecretari autonòmic d’Emergències, recibido con la misma dureza. Los asistentes le calificaban de «inútil» e «incompetent», un reflejo de la rabia acumulada tras meses de silencio institucional y promesas incumplidas.
«Estamos aquí porque detrás de estas cifras hay familias rotas. No queremos venganza, queremos justicia y reparación», señalaba Rosa María Álvarez, que perdió a su padre en la barrancada y no ha podido contener las lágrimas al ver a Pradas entrando en los juzgados.
Valencia noticias hoy: La estrategia de defensa de Pradas y su repercusión política
La exconsellera ha respondido únicamente a las preguntas de su abogado, desmarcándose por completo de las decisiones operativas tomadas durante la emergencia. Su defensa se basa en que las competencias técnicas recaían en el Cecopi y en otros responsables con experiencia.
Pero esta estrategia no convence a nadie fuera del ámbito judicial. Las asociaciones de víctimas consideran que un cargo público tiene la responsabilidad de garantizar que el equipo y los protocolos sean adecuados, más aún en un territorio tan vulnerable a las riadas como es la Comunitat Valenciana.
Además, el hecho de que Pradas reconociera no tener conocimientos ni preparación específica en emergencias ha abierto un debate social y político de gran calado en Valencia.
Mazón, en el punto de mira de las víctimas y la oposición
El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, sigue sin estar imputado en esta causa, pero las voces que piden explicaciones y responsabilidades políticas no dejan de crecer.
Desde Compromís y PSPV exigen su comparecencia en Les Corts y no descartan solicitar su imputación si se demuestra que tuvo conocimiento de las carencias en la gestión de la DANA.
«Mazón es tan responsable como Pradas. Él es el máximo responsable del Consell y de lo que pasó durante la DANA», apuntaba esta mañana Paula Sanchis, visiblemente afectada.
La ciudadanía de Valencia sigue esperando un gesto, unas palabras, una asunción de responsabilidades que, de momento, no llega.
El dolor que no desaparece: «Seguiremos luchando por nuestros seres queridos»
A medida que avanzan las diligencias judiciales, el mensaje de las víctimas es claro: no se van a rendir. Van a seguir exigiendo justicia, verdad y reparación por un episodio que marcó un antes y un después en sus vidas.
«Esto no es cuestión de colores políticos. Es cuestión de humanidad y dignidad», afirmaba rotundamente Rosa María Álvarez.
En Valencia noticias recogemos hoy el sentir de un pueblo que no olvida y que exige algo tan básico como es la responsabilidad institucional. Porque la gestión de una emergencia no puede estar en manos de personas sin preparación. Porque detrás de las cifras, hay historias, familias, nombres y vidas truncadas.