El salón de actos de Junta central fallera acogió ayer la presentación de la donación de la familia de la fallera Mayor Infantil de Valencia de 1.952 de su traje oficial, de su banda y de diversos documentos y fotografías que poseía su familia.
La donación ha sido realizada al Archivo de JCF, y la familia de María Luisa Sancho las tenía guardadas, ahora las entrega en custodia para que puedan ser utilizadas y expuestas en el futuro Museo fallero.
El Museo fallero a reventar
El problema viene ahora, desde hace años, la ampliación del museo, más necesaria que nunca se encuentra paralizada, ya que la propia Junta Central Fallera está sobre la misma, ocupando una de las dos alas del edificio, sin que el Museo Fallero pueda crecer. También la delegación de Archivo de JCF atesora desde cartelería, estandartes y otros recuerdos de fallas desaparecidas e icónicas como la de Nou Campanar.
Desde hace años, se sabe que el Museo necesita una urgente ampliación, que será sobre los despachos y oficinas que ocupa actualmente Junta Central Fallera, pero desde Pere Fuset nadie ha tomado la decisión de trasladar a otra ubicación el organismo fallero.
Tampoco Santiago Ballester parece decidido a acometer este traslado casi forzoso y de urgencia a un nuevo edificio para dejar crecer y normalizarse al Museo Fallero, que necesita más espacio, y tampoco se pueden mostrar estas donaciones hechas por la falta de espacio.
Un nuevo edificio administrativo para la Junta Central Fallera es más necesario que nunca, y si bien Pere Fuset llegó a insinuar la construcción de un nuevo edificio cerca de la rotonda de Serrería junto a Tarongers y el traslado de JCF al mismo, nunca se concretó el proyecto. Luego llegó Carlos Enrique Galiana y la directiva de JCF ( de la que la actual como María Tomás ya formaba parte de ella) directamente desechó el proyecto y a pesar de la urgencia lo archivó en un cajón. Ahora es Santiago Ballester es el que en un año de mandato sigue el proyecto guardado en el cajón, para desesperación del mundo fallero, que ve una oportunidad para la mejora del Museo fallero y de JCF que necesita más espacio y un lugar adecuado para estos despachos administrativos.
Un ejemplo más de que todo ha cambiado para que nada cambie, el lei motiv del Ayuntamiento que cumple a rajatabla Santiago Ballester. Un concejal de Fallas, presidente de JCF, delegado de MercaValencia, concejal de Mercados, concejal de comercio, concejal de pirotecnia y de Batalla de Flores que parece en un año haber defraudado a propios y extraños. Muchos son los que aseguran que a pesar de haber sido fugazmente presidente de Convento y de la federación de Fallas de Especial, adolece de un conocimiento exhaustivo de las Fallas, con un asesor al que no le gustan las fallas, a pesar de haberse casado con una ex-Fallera Mayor de Valencia ( Rocío Gil Uncio) y con un equipo que da para muchas polémicas.
Las polémicas que no cesan en JCF
En JCF las polémicas no cesan, y es que el cambio de una de las vicepresidentas es evidente no ha sido por la versión oficial dada por el concejal. Así, fuentes del entorno de la afectada aseguran que Ballester le obligó a dimitir, “Era la voz discordante y la que aseguraba que JCF no funcionaba correctamente”. Parece que Ballester ha preferido no hacer ni una pizca de autocrítica (es conocido por su egocentrismo en su círculo más próximo), y a pesar de que las críticas es por la falta de organización de muchos actos, recordemos la Ofrena del año pasado o por decisiones unilaterales comunicadas in extremis, como la de la gala del Ninot que se organizó en menos de una semana, se ha preferido contar con alguien más devoto.
Parece que la crítica no sienta bien en una JCF cada vez más desnortada, donde se presenta un nuevo logo y una web a los medios y el delegado de medios asegura que los escaso medios de comunicación presentes “molestamos”. Donde la vice-presidenta que se enemistó en pandemia con todos los medios y dificultó el trabajo de los medios, impidiendo entrevistas a las Falleras Mayores, la devota de Galiana ha vuelto de la mano de Ballester. A pesar de lo asegurado por el propio concejal, parece que sus padres sean de determinado partido ha pesado más, y el concejal la ha vuelto a nombrar para asegurar su continuidad en Apunt, un asunto laboral que parece estar ligado a su pertenencia a la cúpula de JCF. ¿Quizá filtre las noticias perjudicando al resto?, quien sabe, pero el concejal no contesta, Ballester, el emperador no da explicaciones a tanto sinsentido, parece que le ha cogido el gusto de Galiana y Fuset al postureo, igual tenemos a otro presidente de JCF que más bien querría ser la Fallera Mayor en ciertos momentos, esperemos nos equivoquemos, porque de lo contrario vamos al desastre absoluto.