Un Edificio Singular en Paiporta
La Casa Gris, ubicada en la localidad valenciana de Paiporta, es mucho más que un simple edificio; es un lugar cargado de historia, misterio y significados. Construida a principios del siglo XX por la familia Olcina, navieros e importadores de cemento, este edificio fue pionero en el uso de este material en la zona, marcando un hito arquitectónico en la localidad. Su diseño sobrio y monolítico, aunque funcional, proyectaba una apariencia austera que dio origen a su nombre popular.
Originalmente, la Casa Gris servía como residencia en sus plantas superiores, mientras que la planta baja estaba dedicada a las actividades agrícolas propias de la extensa finca que la rodeaba. Durante años, este espacio fue testigo de la vida cotidiana de una familia acaudalada, pero la Guerra Civil Española y el tiempo transformarían su destino.
La Guerra Civil y la Casa Gris: Un Pasado Oscuro
De residencia a centro de detención
Con el estallido de la Guerra Civil Española en 1936, la Casa Gris dejó de ser un hogar familiar para convertirse en un centro de detención y represión. Según testimonios orales, el edificio fue utilizado para encarcelar temporalmente a personas consideradas sospechosas o disidentes políticos, tanto durante el conflicto como en los años iniciales del franquismo.
- Testimonios de violencia: Muchos de los detenidos fueron víctimas de palizas y torturas en el lugar. Se recuerda a un hombre trasladado al tren con la camisa abierta y el pecho ennegrecido por los golpes.
- Condiciones precarias: Los presos dormían sobre el suelo, aunque algunos familiares llevaban colchones o comida para aliviar sus penurias. A menudo, estos gestos eran interceptados por los guardias.
- Detenciones arbitrarias: Algunos de los prisioneros eran acusados simplemente por «sospecha», sin pruebas concretas, lo que refleja el clima de miedo y tensión de la época.
Este uso represivo marcó a la Casa Gris como un lugar asociado a la memoria del conflicto y la posguerra, dejando una huella en la identidad colectiva de Paiporta.





En la Actualidad: Misterios y Relevancia Local
Un lugar que vuelve a los titulares
En diciembre de 2024, la Casa Gris volvió a ser noticia tras el hallazgo de un cadáver en un parque arbolado y vallado cercano al edificio. El cuerpo, que podría corresponder a un hombre de unos 60 años, fue descubierto con la ayuda de maquinaria operada por una empresa civil. Según los reportes, la víctima habría desaparecido tras el paso de una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), lo que despertó el interés mediático en torno al lugar.
Este incidente reciente pone de manifiesto cómo la Casa Gris sigue siendo un punto de referencia en Paiporta, tanto por su historia como por su ubicación en un entorno urbano que aún conserva ciertos aires de misterio.
Un hito en la toponimia local
Además de su peso histórico, la Casa Gris ha dejado su huella en la toponimia contemporánea:
- Transporte público: La parada de la línea L-L7 de autobús, que conecta Paiporta con Valencia, lleva su nombre, consolidando su importancia en el imaginario colectivo de la zona.
Interés Popular y Escasa Documentación
A pesar de su relevancia histórica y su potencial como patrimonio cultural, la Casa Gris ha sido objeto de poca documentación oficial. Este vacío ha generado curiosidad entre los habitantes y visitantes de Paiporta, quienes ven en el edificio un lugar cargado de historias que merecen ser contadas.
Algunos colectivos y vecinos han manifestado su interés en preservar la memoria del edificio y en darle un uso que respete su legado, especialmente como lugar de reflexión sobre los eventos de la Guerra Civil y la posguerra. Sin embargo, su futuro como espacio patrimonial sigue siendo incierto.
La Casa Gris como Reflexión del Pasado y el Presente
La Casa Gris es un símbolo vivo de los contrastes que marcan la historia de Paiporta. Por un lado, representa los avances arquitectónicos y la vida acomodada de la familia Olcina; por otro, es un lugar asociado a la represión, el sufrimiento y la memoria de tiempos oscuros.
En la actualidad, el edificio permanece como un testigo mudo del tiempo, despertando preguntas sobre su conservación y su papel en la identidad de Paiporta. Su aparición en los titulares recientes es un recordatorio de que, incluso después de más de un siglo, sigue siendo un punto de interés y debate.
Conclusión: Preservar y Valorar un Patrimonio Silencioso
La historia de la Casa Gris de Paiporta nos invita a reflexionar sobre la importancia de preservar los espacios que nos conectan con el pasado, por difícil o incómodo que sea. Su conversión en un lugar de memoria y su inclusión en iniciativas culturales locales podrían dar voz a las historias de quienes vivieron y sufrieron entre sus muros.
Mientras tanto, sigue siendo un símbolo de Paiporta, una localidad donde la memoria histórica y las transformaciones urbanas conviven en un delicado equilibrio.